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Estaban llegando a la casa de los hermanos cuando el teléfono de Tony sonó. Frunció el ceño al ver que se trataba de Thor así que contesto de inmediato.

—Thor, por favor dime que no te robaste a Loki. El pelinegro hablo con gracia, misma que desapareció al escuchar el relato del rubio. Bien. ¿Pero él está bien? Pregunto con molestia. Voy para allá, por favor, no lo dejes solo. En cuanto obtuvo respuesta colgó la llamada y pego la cabeza al volante, golpeándolo con algo de fuerza.

—¿Todo bien? Pregunto Clint nervioso al ver el comportamiento de Stark. Bruce está detenido. Subió los seguros de las puertas y se giró. Nat, tómate el tiempo necesario, los proyectos pueden esperar y por favor, come bien, cuida de ti. Le sonrió cálido pero ella negó.

—¿Qué pasó con Bruce? Su preocupación y culpa aumentaron al imaginar todos los escenarios posibles.

—Debes descansar. Dijo antes de acomodarse nuevamente en su asiento.

—Toma tus medicamentos y vete a la cama. Ordenó Clint abriendo la puerta de Natasha. No quiero que bebas alcohol, no toques mis botellas.

—Quiero ir. Necesito saber que Bruce está bien. Cerró la puerta y cruzó los brazos.

Los esposos permanecieron en silencio mientras ellos discutían.

—¡Baja ya! No podemos esperar a que termines tu berrinche. Le dio la peor mirada que pudo pero ella no se inmutó.

—¡Bruce es mi novio y tengo derecho! Exclamó haciendo que los tres hombres la miraran con sorpresa. Era mi novio, aún tengo derecho. Aclaro sonrojada.

Steve suspiro y miro a Clint asintiendo.

—Se quedará en el auto. ¿Bien? Natasha sonrió triunfante y miro a su hermano de una forma burlona.

—Bien. Clint gruño mirando por la ventanilla, resignado.

Tony se gano un par de multas al no respetar semáforos. Pero poco le importó, él necesitaba ver a su hijo.

Natasha fue la primera en bajar del auto, caminando hacia la entrada de la comisaría olvidando el trato que habían hecho.

Tuvieron que esperar en la sala mientras Steve conseguía información. Algo decaído apareció recibiendo el vaso de café que Clint le ofreció.

—Fue a la agencia y se encontró con John. El resto, pueden imaginarlo. Recargo su cuerpo en un muro intentando descansar.

—¿Cuando saldrá? Pregunto Tony lleno de angustia.

—No debe tardar, le tomaran huellas para el registro. Se encogió de hombros.

—¿El tipo al que golpeo no levantó cargos? Un incrédulo Clint pregunto sin pensarlo.

—Se hizo un trato. Bruce le entrega todos sus proyectos con conceptos incluidos. Solo así acepto no levantar cargos.

Tony se dejó caer sobre la vieja silla, cubrió su cara con ambas manos y bufó de forma agresiva.

—Bruce es el mayor imbécil que puede existir. Soltó Stark, su angustia se convirtió en ira.

—Lo es. Natasha permaneció en silencio, mirando a la nada y jugando con el anillo pasándolo de una mano a otra.

Bien, esto sobrepasó todos los límites.

—Se nos vienen un par de demandas, Tom se pondrá como loco. Los comentarios de Steve en ocasiones no son los más motivadores.

Thor apareció con una bolsa de hielo en el ojo, una joven lo llevo hasta ellos, sonriendo de forma tímida antes de retirarse.

—¿Qué mierda te paso? Pregunto Clint mirando con preocupación al lastimado chico.

—Bruce quería que lo acompañara por unas fotografías que dejó en la oficina. Se quejó al sentir la mano de Tony en su mejilla. Llegamos, tomamos las fotos y cuando nos íbamos John apareció.

—Y es ahí donde Bruce actúa como animal. Comentó Steve de la nada.

—¡No, no es como ustedes piensan! Contesto ofendido. John fue quien le hablo. Bruce lo ignoro pero él se interpuso en nuestro camino. Dijo algunas cosas sobre ti. Miro a la pelirroja con su ojo sano. Bruce estaba por caminar cuando John dijo, y cito, "En cualquier momento te deja, se ve que le encanta la forma en la que toco su cuerpo."  Los puños de Clint se apretaron con fuerza en cuanto lo escucho.

Alguien dígale a John que tendrá que salir por la puerta trasera si no quiere morir.

—¿Y a ti que te paso? La pelirroja pregunto por lo bajo.

—Bruce estaba ganando y Rony apareció, quería golpear a Bruce y bueno. Señaló su ojo y sonrió.

—Yo llevaré a ellos a sus respectivas casas, encargate de Bru y trata de no asesinarlo en el trayecto. Thor negó frenéticamente al escuchar a Steve.

—¡No, a casa no! El miedo fue notorio para todos. Mamá se pondrá como loca, ¿Puedo dormir en su apartamento? Tony sonrió con ternura.

—Puedes pero no me levantaré a las tres de la mañana para hacerte té. Acepto Steve advirtiendo sus condiciones.

Y es que Thor suele tener pesadillas muy de vez en cuando, y para desgracia de Steve en una ocasión le tocó consolarlo.

Y digo desgracia porque el rubio lo hizo dormir el resto de la noche en el sofá de al lado.

—Llamare a tu mamá y le diré que estarás con nosotros, pero mañana tendremos que verla para disculparnos. Tony exhaló y se puso de pie. De alguna forma esa hora ahí lo agotó por completo.

Rony fue el primero en salir, camino a paso rápido sin mirar a los presentes y con la cara cubierta por una sudadera. El silencio permaneció, lo que todos necesitaban era ver a Bruce.

La puerta se abrió y un golpeado John apareció, con una herida en el labio y algo de sangre en la ropa. El descarado fotógrafo se acercó a ellos y miro a los padres de su agresor.

Natasha se puso de pie y empujó al joven con fuerza.

—Eres un estúpido. Dijo antes de abofetearlo un par de veces. John ni siquiera pudo reaccionar. Nunca saldré contigo, me das asco. No puedes ni siquiera compararte con Brucie, yo no dejaría a alguien tan maravilloso como él por alguien tan sin importancia como tú.

El fotógrafo la miro de muy mala forma, solo sonrió sarcástico y asintió sobando su mejilla antes de caminar lleno de enojo hacia la salida.

—Tú fuerza nos hubiera sido de mucha ayuda. Bromeó Thor en medio del incómodo silencio.

—Si algún día dejas de hacer comentarios tan inoportunos, tendré que llevarte al médico. Stark negó divertido. Avísame cuando estés en casa, llevaré a Bruce a su apartamento y me quedaré con él. 

—No. Ustedes lleven a Clint y a Thor, yo me encargaré de Bruce. Natasha hablo muy segura de si. Clint rodó los ojos mientras los demás la veían sin entender su comportamiento tan repentino. No necesita regaños, además se conducir.

—No creo que sea buena idea. Steve sonrió con cariño.

—Soy su novia, me necesita.

Hilo. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora