Twelve 🍂

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¿Qué se siente estar vacío?

Era algo realmente difícil de explicar, no habían palabras suficientes ni en esta vida ni otra para poder describir lo que se sentía estar vacío, Jungkook era un alma vacía...un alma destrozada.

El chico azabache no había tenido ningún sentimiento a flor de piel en más de un año, no había tenido ningún sonrisa estampada en su rostro, ni un leve sonrojo en sus mejilla provocado por alguien, nisiquiera alguna leve caricia en su rostro o cuerpo.

Lo único que Jungkook podía agradecer era que ya no recibía ninguna clase de agresión, en la casa de su tía podía estar tranquilo ya que la mencionada con anterioridad se la pasaba trabajando de día y de noche, Jungkook se preguntaba en que momento descansaba aquella mujer.

El azabache tuvo que terminar de cursar su último año de instituto en uno completamente nuevo, donde nadie lo conocía, nadie sabía su historia ni de donde venía ni por que había llegado ahí. Para el resto Jungkook era un chico totalmente normal.

Quién lo diría ¿No?.

Una vida normal al fin, algo que siempre anhelo en el pasado pero que ahora detestaba profundamente debido a la monotonía que esta tenía.

Si de algo sirvió este cambio obligatorio fue para que Jungkook descubriera su pasión oculta por el baile y el canto, Jungkook esperaba poder estudiar lo que deseaba profundamente, Danza.

El joven azabache se había graduado de su último año de Instituto con un curso lleno de compañeros que el ni conocia a profundidad y tampoco le interesaba hacerlo, el hecho de que fuera silencioso y cauteloso le había servido para enterarse de chismes ajenos, también podia analizar detenidamente a mas personas percatandose de que la mayoría de sus "Compañeros" eran una bola de cretinos e hipócritas, los que se salvaban eran uno que otro chico con los que él había interactuado de forma normal en el último año.

-Jungkook...-Escucho un grito con su nombre a la lejanía, era una voz conocida.

-Oh...hola Mingyu- Salude a mi EX compañero de clases.
-¿Como has estado Jungkook?-Le pregunto al azabache.

-Mm Bien...ya sabes lo normal ¿Y tu Mingyu?- Jungkook se movio un poco dejandole un espacio en la banca del parque para que el chico pudiera tomar asiento junto a el.

Espero no se siente tan cerca, penso Jungkook pero lamentablemente sus plegarias no fueron escuchadas ya que el chico se sento lo suficientemente cerca del azabache como para sentir un leve rose entre sus brazos.

-Mejor ahora que te veo Jungkook- El nombrado comenzo a sentirse un poco incómodo debido a la cercanía y la situación en la que se encontraba.

-No deberías decir esa clase de cosas Mingyu-Hablo mientras guardaba su libreta de dibujo en su mochila para luego levantarse de la banca dispuesto a marcharse.

-Me gustas Jungkook- A penas escucho esas palabras detuvo su paso completamente-Desde la primera vez que te vi ingresar a clases...

-Callate, Mingyu- Apretó sus puños a lo que sus nudillos se tornaron blanquecinos.

-Te quiero Jungkook- Esto no es cierto.

Sin decir ninguna palabra más Jungkook nuevamente intento comenzar a caminar para dirigirse a casa de su tía, pero esta vez un fuerte agarre en su brazo lo volteo, fijando su mirada con las del chico frente a el.

-Sueltame Mingyu- Forcejeo contra el agarre logrando liberarse de manera fácil.

-¿Por qué no quieres darme una oportunidad Jungkook?- Pregunto Mingyu mientras sus ojos tomanban un leve brillo debido a las lágrimas que comenzaban a formarse.

-No puedo Mingyu- Hablo cabiz baja el azabache.

-¿Por qué no?.

-No tengo nada que ofrecerte, te mereces algo mejor Mingyu- El semblante de Jungkook estaba totalmente serio, se había convertido en algo que ni el mismo conocía, ya no tenía sentimientos.

-Te necesito a ti Jungkook- Mingyu mantenía su mirada fija en los ojos del azabache, lo cuales no poseían ninguna clase de brillo ni felicidad.

-Que te vaya bien Mingyu- Jungkook nuevamente comenzo a emprender su camino esta vez sin detenerse.

Mientras Mingyu podía ver como aquel chico que había logrado llamar su atención se alejaba poco a poco de él, y se adentraba a la densa niebla de aquella oscura y profunda noche.

Jungkook acababa de romper un noble corazón, dejando a un chico totalmente dolido y destrosado, una real pena.

El camino por las calles de Busan era tranquilo, nada fuera de lo común a excepción de un grupo de chicos de aproximadamente unos cuantos años mayor que el que se encontraban justo en la esquina de la casa de su tía.

Esto no pintaba nada bueno, pensó el azabache.

¿Las cosas no podían empeorar o si?

Sin miedo Jungkook atravesó aquel grupo de chicos, pudiendo escuchar uno que otro mal halago de parte de ellos afortunadamente ninguno intento propasarse físicamente con el.

Algo bueno del día, no intentaron violarlo.

Al entrar en casa no había absolutamente nadie, por lo que no había ningún ruido, la casa se encontraba un tanto helada debido a la soledad.

Jungkook se adentro a la cocina en busca de algo ligero para alimentar lo necesario nada mas su cuerpo. Subió a su respectiva habitación.

Habia olvidado mencionar algo, el azabache había conseguido un trabajo de medio tiempo durante las vacaciones para ahorrar dinero y poder volver a Seúl y estudiar la universidad.

Ya solo quedaban unas cuantas semanas para que llegara el día que el tenía fijado para realizar su viaje a Seúl de nuevo, y sinceramente el chico no tenía ni idea de que hacer ¿A dónde se supone que llegaría allá? Obviamente a su casa no, no después de lo que paso la última vez que hablo con su Madre.

Aquella mujer le había dado una vez mas la espalda a su propio hijo, tal vez que le esperaba si regresaba a aquella casa con ese desagradable hombre ahí.

Un fuerte suspiro salio de entre sus labios para luego recostarse por completo en la cama fijando su mirada en el techo, perdiéndose en el diseño de la madera de la cuál estaba hecho el techo.

¿Qué se supone que haré ahora?.


Broken |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora