Twenty Eight 🍂

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El peliblanco termino de limpiar el labio del menor para luego bajar su mirada sin querer mirar al azabache.

¿Será buena idea contarle sus tormentos al pequeño?

-Hyung...puede contarme si quieres- Jungkook acaricio su mejilla cerca de su oreja.

El tacto del menor en su piel se sentía tan bien, le daba una sensación de tranquilidad que hace años no sentía.

-Tienes suficientes problemas Jungkook, no necesitas uno más- Sujete su mano que seguía dando caricias en mi rostro, levante mi mirada y la fije en sus oscuros ojos.

-No es un problema para mi escucharte Hyung, tu siempre estas dispuesto a consolarme cuando estoy mal creo que es justo que haga lo mismo por ti- Pude notar como sus mejillas de tornaban un poco rosadas, era tan tierno y no se daba cuenta- y aparte...podemos ayudarnos mutuamente.

Me lo pense por un segundo más y finalmente solte un suspiro para desahogarme con el pequeño azabache frente a mi quien agarro una de mis manos y la entrelazo con la suya.

-Sufro de una depresión severa hace un par de años- El chico frente a mi abrió sus ojos más de lo normal, le había tomado por sorpresa.

-¿Como...?- No sabía como preguntar por miedo a tocar una parte sensible, pero el peliblanco lo entendió perfectamente.

-Mi vida no ha sido mala del todo pero todo empezo cuando sentí que no era bueno en nada y mi madre solo me recalcaba una y otra vez que mi hermano era mejor que yo- Un suspiro salió de entre mis labios para luego volver a hablar- Mi padre murió cuando yo era pequeño...fue mi culpa, si yo no hubiera tirado esa pelota hacia la calle ese auto no...

Los brazos del azabache se envolvieron en mi cuello pegando su cuerpo al mío, el pequeño había hecho tal acto al darse cuenta que mi voz temblaba al igual que mis manos.

-Tranquilo, Hyung...tomate tu tiempo- hundi mi rostro en su cuello permitiendome olfatear el delicioso perfume que ocupaba el menor, perfume el cual me relajaba de sobre manera.

-Estoy bien...-Sin despegarme de el volvi a hablar- Desde que murió mi madre me a culpado cada día de mi vida...le perdí el sentido a todo Jungkook- Hasta que te conocí, pensé- Ahora tengo que ir todas las semanas al hospital a buscar mis medicamentos los cuales a veces pienso que me impiden sentir, comenzaron a darmelos en porciones pequeñas cuando intente suicidarme hace unos meses.

-Hyung...No se que decir- Se separo de mi para mirarme nuevamente a los ojos.

-No necesitas decir nada- acaricie su cintura la cual habia agarrado cuando comenzo este acogedor abrazo.

-Eres una persona increíble Hyung, no creas los malos comentarios, solo escuchame a mi repetirte lo especial que eres- El pequeño realmente lograba sorprenderme a veces y milagrosamente hacerme sentir mejor.

-Gracias Jungkook-Me separe finalmente de él para levantar las mangas de mi sueter, deje a la vista todas aquellas marcas que ya estaban cerradas dejando una fea cicatriz en la piel de mis muñecas- Por esto siempre traigo esas cosas conmigo- Me referí a las cosas de mi mochila- Uno nunca sabe que día puede caer y que día no asi que prefiero estar prevenido.

Pero Jungkook, desde que te conocí no he sentido la necesidad de hacerlo nuevamente.

El azabache sujeto mis muñecas las cuáles levanto para mirarlas desde mas cerca, el hecho que las mirara fijamente me incomodan un poco ya que nunca le había enseñado mis brazos a nadie.

Me tomo por sorpresa cuando pego sus finos labios a mis muñecas específicamente en mis cicatrices, repitió aquella acción en ambas muñecas.

Este chico era especial, y el no lo sabía.

Broken |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora