Immortals /Bucky Barnes/

Capítulo 24

—1972—

July estaba sentada en su nueva residencia repitiendo la razón de porque hacía esto. Si antes había perdido todo, ahora de verdad estaba desolada.

—Julia, será mejor que te vayas. No sé que estás tramando o porqué lo hiciste pero por el cariño y respeto que te tenía vete y no regreses.

Howard estaba exasperado desarreglándose el cabello cuando July había salido ahí con la cabeza agachada como niña regañada, sabía que haberse metido a la bóveda de expedientes había estado mal. Pero no era lo que había ocasionado ese hecho si no el principio de muchos problemas más.

Primero fue las llegadas tarde, las escapatorias a lugar donde no debía, preguntas que no debía realizar, pero en su defensa nadie le había enseñado a ser una doble agente, además era investigada por nadie más y nada menos que la agente Peggy Carter, ella sabía que llevaba las de perder.

No podía librarse de Peggy aunque quisiera.

Una noche la había descubierto hablando con otro infiltrado de HYDRA y no pudo hacer nada, era por eso que se encontraba saliendo de la oficina de Howard en estos momentos y próximamente, saliendo de SHIELD.

Esa noche había sido esposada por la agente, pero lo que más le dolió, fue ver su cara de desconcierto y de tristeza al ponerla detrás de la puerta de la celda. En el fondo, Peggy quería que le dijera que todo eso era una equivocación. July no digo nada.

Después de pasar la noche encerrada en las celdas destinadas en SHIELD, alguien vino a abrirle la puerta y decirle que se fuera, que sus servicios como agente ya no eran requeridos. Ahora estaba en su cuarto.

Estaba recogiendo sus cosas cuando entre ellas encontró un sobre de parte de Dr. Zola, lo abriría más tarde.

—No sé porqué Howard te está dejando ir. No lo mereces. —Era la voz de Peggy. —Mereces estar encerrada.

July siguió sin decir o hacer absolutamente nada más que empacar sus cosas, debía de irse.

—¿No vas a decir nada? —Peggy preguntó enojada.

—Debes de entender que no soy así. —July dijo en voz baja.

—Si no eres eso, ¿por qué lo haces? —Peggy entró al cuarto.

—Hay una razón.

—¡¿Una razón?! ¿Una razón por esconder cosas? ¿Una razón para trabajar con esa gente? ¡¿Una razón para traicionarnos?!

—Sí, Peggy hay una maldita razón para hacer todo eso. —July se estaba enojando, con Peggy y con ella misma. Ahora, si decidía decir la verdad, ¿le creerían?

—¿Más importante que la única familia que te queda? —Peggy estaba desesperada, trataba de entender que había pasado con su amiga. Las palabras familia resonaron en su mente, era cierto, eran la única familia que le quedaba a la castaña, hace algún tiempo había recibido la noticia de que sus padres habían fallecido. Primero su padre, un infarto, su madre lo siguió unos años más tarde.

—Sí Peggy, más importante que la única familia que me queda. Ellos pueden brindarme la solución al problema que ustedes jamás pudieron y que la verdad, jamás se interesaron por él. —Dijo July mintiendo, para variar.

—Bien, si eso piensas. —Peggy se sintió realmente ofendida por el último comentario. —Pero espero que sepas que te estas metiendo con una bola de escorias y que al final no tendrás a nadie. —Y esas habían sido las últimas palabras que había escuchado de su amiga antes de irse.