Capítulo 39

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El camino hacia el departamento de Steve había sido totalmente en silencio. Sam y Steve intercambiaban algunas palabras mientras July se sentía un completa extraña. Steve tampoco le hacía mucho caso, y eso le estresaba. Solo quería bajar de la tensión del taxi y correr pero no tenía a dónde más ir, además todavía estaba cansada.

Llegaron después de lo que pareció horas, y July tomó la pequeña maleta de Steve y la de ella, mientras Sam ayudaba al rubio a bajarse.

Después de subir las escaleras, Steve abrió el departamento y los tres entraron.

—Gracias Sam, ¿gustas quedarte a comer?, July y yo comeremos comida Tailandesa. —Steve ofreció amablemente mientras July fruncía los labios, no quería que Sam se quedara, pero parecía tener el aprecio de Steve.

—No gracias, la verdad me apetece dormir en mi cama. Otro día será. —Sam se disculpó ofreciendo su mano de despedida para Steve y luego para la castaña. —Un placer. —Dijo al verla mientras July asentía con la.

—Adiós Sam. —Dijeron ambos para después Sam se fuera de ahí.

En cuanto Sam había cerrado la puerta, July dejó salir un gran suspiro y se sentó en uno de los sillones.

—¿Conoces la comida Tailandesa? Me dijeron que es buena. —Steve dijo a July mientras iba por el teléfono de la cocina.

—Es buena, pide un Pad Thai, es bueno. —July dijo sonriendo imaginándose la comida.

—Bien, espera 5 minutos. —Steve dijo marcando el teléfono.

—¿Steve? —Preguntó July llamando la atención del rubio. —¿Puedo darme un baño? —Él al estar hablando por teléfono, asintió y ella fue directo al baño.

July no se tardó más de 10 minutos en bañarse, sintió como sus músculos se relajaban con el agua caliente, y en cuanto salió, tomó un pants para correr de Steve y una playera.

Estaba sentada en la cama de Steve, viendo hacia el piso, pero en realidad tenía la vista perdida, cuando se hizo para atrás y se acostó horizontalmente en la cama. July estaba tan cansada que sus ojos comenzaron a pesarle así que a pesar de que estaba haciendo esfuerzos extras por mantenerse despierta, se rindió. No supo cuánto tiempo pasó cuando una mano la movió, de nuevo. Era Steve avisándole que la comida había llegado.

—Pensé en dejarte dormir, pero la comida se te iba a enfriar.

—Gracias. —Dijo July frotando sus ojos y amarrando su cabello en un chongo.

—He traído la comida hasta la cama, la verdad no tengo ganas de estar sentado en una silla. —July asintió y comenzó a sacar los platos de unicel que les habían dado y tomó dos palillos.

Steve y July comieron en silencio, pero no era un silencio incómodo como el del taxi, era un silencio de cansancio, ambos estaban derrotados y sabían que lo que vendría no sería fácil para ellos. July pensaba en todas las cosas que le había ocultado a Steve, mientras Steve se debatía en si contarle o no a July todo lo que había pasado en su ausencia.

—¿Confías en mí, July? —Steve preguntó de la nada.

—Claro que confío en ti. —July dijo sin entender a donde quería llegar Steve.

—Es solo, que no sé, todo lo que ha pasado, no es como esperaba que fuera mi vida. ¿Sabes? —Steve volteó a verla pero July seguía con la vista en su comida.

—Entiendo a qué te refieres, yo tampoco creí que mi vida sería de esta manera, lo peor de todo, es que no sé si mi vida llegará a terminar algún día.

Immortals /Bucky Barnes/Where stories live. Discover now