Capítulo 38

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2014

July se encontraba dormida en su asiento recargada casi en la ventana cuando una mano delicadamente tocó su hombro.

—Señorita. —July se movió gracias a aquel gesto pero no bastó para despertarla. —¡Señorita! —La azafata alzó un poco la voz haciendo que la castaña despertara.

—Lo siento. —Dijo July algo adormilada.

—Solo para decirle que el avión está por aterrizar y que necesita ponerse su cinturón.

—Gracias. —Dijo July haciéndolo enseguida.

Después de media hora o más, por fin la joven pudo salir del aeropuerto para ir a tomar un taxi dándose cuenta de que no contaba con más de tres dólares en el bolsillo. El autobús sería su segunda opción así que preguntando logró encontrar el que necesitaba.

Estaba bajando de la parada para caminar unas cuantas calles más con su mochila en su espalda cansada ya sin sentir sus pies. Necesitaba un buen baño y dormir tres días seguidos. Cuando por fin encontró el edificio que buscaba, tocó el número del departamento sin obtener respuesta alguna. Tocó una, dos, tres veces más, decepcionada fue a la parte trasera del edificio para buscar las escaleras contra incendios.

Se subió a un grande bote de basura y con un brinco logró alcanzar las escaleras. Subió piso tras piso mirando cada ventana buscando rastro de su amigo o de que alguien no estuviera en su departamento para que ella pudiera entrar.

Cuando por fin encontró un departamento vació, intentó abrir la ventana encontrándose con la sorpresa de que estaba abierta. No lo pensó dos veces y entró, pero al parecer si había alguien adentro, el sonido del agua caer se escuchaba a lo lejos así que corrió hacia la entrada lo más rápido que pudo. Abrió la puerta y salió cerrándola de nuevo. Al ver el número de las puertas vecinas se dio cuenta que todavía le faltaba un piso más por subir.

Eso hizo y al encontrarse frente a la puerta la volvió a tocar, de nuevo, sin recibir respuesta. Se agachó hasta tener frente a ella la cerradura de la puerta y sacó de su maleta su pequeño estuche de ganzúas que se iba actualizando con el tiempo. No tardó más de un minuto en abrir la puerta.

—¿Steve? —Preguntó a un departamento vacío cerrando la puerta.

Su departamento parecía totalmente descuidado, un olor a encierro estaba presente. Dejó su maleta sobre la mesa y fue hacia la cocina buscando algo que comer. Sobre la barra se encontraba un frutero con las frutas cafés y aplastadas rodeadas de mosquitos. Que raro, Steve podría ser muchas cosas pero sucio no era una de ellas. Al abrir el refrigerador vio poca comida y al abrir un tupper de pasta sobrante un olor a putrefacción inundó su nariz.

Este departamento no había sido habitado por Steve en un largo tiempo. Un mal presentimiento cruzó por su mente. Comenzó a analizar el lugar minuciosamente, en cuanto llegó a la sala, observó un piso relativamente limpio a comparación del de la cocina.

Pasó la mano por los sillones sintiendo el polvo en ellos, menos en uno. Un sillón de una persona que estaba colocado en una esquina. El sillón había sido lavado, olía a jabón industrial y las únicas personas que usaban ese jabón para lavar algo eran los criminalistas. Aquí definitivamente había pasado algo.

July tomó su maleta de nuevo y salió corriendo escaleras abajo, ya no tenía más dinero para un autobús así que corrió y corrió cruzando avenidas y callejones lo más rápido que sus piernas y sus pulmones le permitían. Steve podría estar en peligro y ella no estaba para ayudarlo. Era imposible que la culpa no recorriera su cuerpo.

Immortals /Bucky Barnes/Where stories live. Discover now