July no sabía si habían pasado días o semanas pero sabía algo, ella estaba en muchos problemas.
Los primeros días había estado agonizando de dolor, era como si estuviera en un estado inconsciente, su cuerpo sudaba como si afuera la temperatura fuera de 30°C cuando se suponía que estaban a inicios de invierno. Pero al mismo tiempo moría de frío.
El lugar donde la mantenían era un cuarto de dos metros por dos, donde solo había una cama, como pudo se arrastró ahí mientras sentía cómo su cuerpo no dejaba de temblar.
Se sentía retorcer y lo único que quería hacer era desaparecer, jamás debió de acceder a esto y tal vez, solo tal vez si hubiera terminado el experimento tendría un posibilidad de terminar con vida pero eso no era muy probable.
Había visto que era vigilada constantemente por una rejilla en su puerta que se abría y cada vez que venían a verla escuchaba: —No durará mucho tiempo.
Los temblores en su cuerpo se habían detenido pero el dolor parecía ser permanente hasta que el sonido de una puerta azotándose la hizo levantar su cabeza de la cama.
—Sáquenla. —Eso había sonado más como un gruñido que una palabra.
De nuevo, dos hombres la tomaron de cada brazo y mientras sus pies iban arrastrando, ellos la llevaban a otro lugar que ella no conocía.
Abrieron la puerta y la sentaron bruscamente en una silla para después amarrarla de las muñecas y tobillos. Una luz fue a dar directo a su cara mientras sus ojos se cerraban por aquel destello.
—Diga su nombre. —Un hombre habló del otro lado de la lámpara pero ella no podía distinguir quien era.
—Emily Borges. —Dijo ella con voz ronca.
—Señorita, se lo voy a pedir nuevamente, su nombre.
—Emily Borges, tengo 31 años. —July dijo evitando la lámpara.
Por un momento escuchó cómo el hombre había salido del cuarto y en menos de 5 minutos había vuelto, con otra persona.
—Señorita Borges. —Era Zola. —Ambos sabemos que ese no es su verdadero nombre, ahora, será mejor que coopere con nosotros si no quiere que esto se complique.
—Juro que mi nombre es Emily. —July estaba rogando mientras sentía lágrimas salir de sus ojos.
—¿Emily o Julia? —¡BOOM! Un estruendo se formó dentro de la cabeza de July. Ellos sabían quién era ella.
—No conozco a ninguna Julia, yo soy Emily, deben de estar confundiéndose con alguien más.
—¿De verdad señorita Dunn? —Zola rió. —Hemos encontrado un set de tinte rubio escondido en su recámara además de un diario y en repetidas ocasiones habla de su antigua vida, como Julia Dunn.
July no dijo nada, no había manera que se salvara de eso.
—La dejaremos un momento a solas para que piense bien sus siguientes respuestas. —Zola le indicó al otro hombre que lo acompañaba que podía continuar con un pequeño castigo preparado para la chica.
Zola salió a encontrarse con otros tres hombres en un cuarto continuo.
—¿Y bien? ¿Es ella? —Uno de los hombres preguntó impacientemente.
—Definitivamente es ella. —Zola habló asintiendo haciendo que los demás sonrieran en forma de victoria.
—Ella es la chica que buscamos hace 14 años, la chica que no envejece. ¿Cómo es posible que haya estado siempre con nosotros? —Habló un segundo hombre.
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Immortals /Bucky Barnes/
Fanfiction"Nos veremos pronto, Julia." Y ahí fue cuando se dio cuenta de que a pesar de volverlo a tener frente a frente, James Buchanan Barnes no era el mismo hombre que había despedido hace 75 años y que tal vez, en realidad, nunca lo recibiría de nuevo.