Capítulo 1

74.2K 5.9K 1.5K
                                    

Parker miró a la entrada de su habitación donde una Melina en pijama le miraba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Parker miró a la entrada de su habitación donde una Melina en pijama le miraba. 

    La vio acercarse y se sentó en la cama. 

    Parker extendió el brazo y ella de inmediato entendió acostándose a su lado para dejarse abrazar por él. 

    Recostó su cabeza en el pecho del joven mientras ambos guardaban silencio. 

—Sabes, creí que con Sam aquí todo iría mejor pero te veo igual de desanimado—dijo Melina mientras le acariciaba el rostro. 

—Tú has estado desanimado desde hace años —contraatacó con una sonrisa—. Ya es tiempo de que salgas de tu desidia. 

—De que salgamos, querido. Lo mío no es desidia, es odio, nada más que eso —dijo ella dejando un beso en su madibula—. Lo tuyo es desamor.

—Lo sé —dijo Parker—. Pero los niños ayudan, Will apenas me deja pensar cuando está correteando por ahí y parece no cansarse nunca. 

     Un silencio se formó antes de que ella hablara de nuevo sabiendo que al meter al niño estaba cambiando el tema.

—Gracias —dijo incorporándose un poco para verlo—. Gracias por ser mi amigo, por aceptarnos en tu familia y por convertirte en mi hermano mayor. 

    Los ojos de Melina se llenaron de lágrimas antes de que dejara un beso en la frente de Parker. 

—No sé qué habría sido de mí sí no nos hubieras ayudado aquella noche —dijo y se limpió las lágrimas que ya corrían por sus mejillas—. Siempre voy a vivir agradecida por eso. 

    Parker la abrazó y dejó un beso en su mejilla antes de sentarse y llevarla con él. 

    Como muchas otras veces ella se colocó en su regazo y se sostuvo de él tanto como él de ella. 

    Se habían conocido casi cinco años atrás en una noche que pudo ser la peor en la vida de Melina pero que para suerte de ella apareció Parker para rescatarla; de ahí el apodo. Ella se lo había puesto. No solo por su aspecto rubio, sino porque era sin más el hombre que la había salvado del peor de los destinos. Su ángel como ella le había nombrado. 

—Siempre vas a contar conmigo —dijo Parker con una sonrisa—. Así que deja de agradecer que ya han pasado muchos años y sigues agradeciendo. Todo lo que necesito de ti ya lo has dado. Tu amistad incondicional. 

    Melina sonrió y de nuevo lo abrazó en medio de un silencio abrumador, ese que solía envolverlos cuando estaban pensando en sus respectivos infiernos. 

—Los chicos no saben que vivimos juntos —dijo divertida—. Maddox seguro que va a decir que vamos a tener cientos de crías, Hurs va a abanicarse escandalizado y a decir que es por las hormonas que le ponen a la carne y Max se sentirá ofendido de que no lo haya elegido a él. 

DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora