Capítulo 44

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Parker sabía que sus amigos tenían muchas dudas pero estaba dispuesto a aclararlas todas de una buena vez antes de que algo pasara. 

      Pronto se vio bailando con su esposa orgulloso de que todos lo vieran y sus amigos supieran que él tenía dueña. 

    Nunca había entendido porque a ellos les había costado tanto admitir que amaban a una mujer cuando él lo supo casi al instante y no tuvo miedo de admitirlo. 

    La tomó de la cintura y bailó con ella largo rato mientras la abrazaba y la besaba en público por primera vez en mucho tiempo, cuando la música terminó la llevó hacia una de las esquinas donde la abrazó y besó, ahí donde dejaba claro que esa mujer era suya. 

   Se sentaron un rato y aunque él miraba al frente reía de la ocurrencias de su esposa que ya había bebido bastante. 

—¿Irás a casa hoy? —preguntó recostando su cabeza—. Cuando estoy ebria me dan ganas de violarte.

    Parker contenía la risa divertido de escucharla. 

—A las chicas nos gustan los MP3 de los chicos —dijo y Parker frunció el ceño—. ¿No entendiste?

    Parker negó. 

—Tu aparato reproductor —dijo ella como si fuera obvio—. Es clave, cuando diga que quiero tu MP3 ya sabes lo que quiero de ti.

    Comenzó a reír y Parker se dio cuenta de que ya estaba ebria. 

—Ya no tomes —dijo y ella sonrió. 

—¿O qué?

—O mañana te vas a sentir muy mal —dijo divertido—. Lo peor que vas a estar de mal humor, me vas a mandar al carajo y no me vas a dejar hacerte el amor. 

    Ella se acercó y dejó un beso en su mejilla. 

—Sabes que te amo —dijo poniéndose seria—. Te amo y te voy a amar siempre. 

—Y yo a ti —dijo viendo cómo pasaba de estar nostálgica a eufórica por el alcohol.

   Estuvo un rato con ella hasta que se acercaron juntos a Maddox y a Max que se vieron pronto solos al ver a sus mujeres irse. 

     Vio a Max observar el caminar de Margot y sonrió divertido ante las estupideces de su amigo tratando de esconder que esa mujer le fascinaba.

  Max estaba tan distraído que solo respiró después de seguir con la mirada a su novia antes de mirar a sus amigos que reían de alguna estupidez que Maddox había dicho. 

   Maddox cargaba a su bebé y aprovechaba cualquier oportunidad para besarla. 

—Mi bebé es la cosita más bella que existe —dijo haciendo que todos enarcaran una ceja—. Solo miren esta belleza. 

   La pequeña Serena miraba a su alrededor con sus grandes ojos color ámbar mientras sonreía mostrando los únicos dos dientes que tenía. 

   Max sonrió. 

—Eres un papá zorrillito —dijo y Maddox sonrió—. Tal vez puedas tener otro bebé pronto. 

   Parker comenzó a reír al ver la cara de susto que Maddox hizo de solo pensar que su esposa volviera a embarazarse. 

—Creo que es muy pronto —dijo Maddox—. Serena apenas empieza a dejar dormir por las noches. 

—Los niños son así —dijo Parker—. Unos más que otros pero si quieres seguir con tu vida de soltero y libertino lo mejor es no tener hijos. 

DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora