Capítulo 26

38.8K 3.6K 226
                                    

Perséfone se lanzó sobre su hermano y comenzó a darle besos por todo el rostro mientras lo veía hacer un gesto que simulaba una risa. 

—Eres el mejor hermano —dijo dejando un nuevo beso.

—Lo sé —dijo divertido—. Ya no quiero que vivas con culpas, antes éramos un equipo Perse, no lo somos más, por culpa tuya y mía, porque a ti la culpa y la depresión te hizo cambiar y a mí el odio y el resentimiento me hicieron ver la vida en gris. Ve a ser feliz y cuando llegue el momento de despedirme hónrame con tu felicidad. 

     Perséfone la abrazó mientras le susurraba cuánto lo quería. 

   Lo llevó hasta su habitación y volvió al ver que la mañana estaba despuntando y ella aún seguía despierta. 

   El sonido de su celular la hizo salir de sus pensamientos y se acercó a ver. 

    Un mensaje de Max deseándole bonito día la hizo sonreír de manera involuntaria. A veces cuando se sentía sola no podía negar que Max se volvía una excelente compañía, solían tener gustos parecidos y ella disfrutaba hacerle bromas para acentuar lo lento que era de entendimiento. 

    Max era esa parte de ella que anhelaba salir, el chico que la llevaba a todos lados y la hacía desear tener una vida normal. Maximilian le recordaba todo lo que no podía hacer con él. 

    Recordó que se habían visto un par de veces desde que se habían conocido y tuvo que admitir que sin duda la había pasado muy bien con él, se habían divertido y más que eso se habían sentido de nuevo la Perséfone de antes. 

    Le respondió el mensaje y después se recostó para tratar de dormir un rato, tenía un pedido que enviar y aunque no tenía la indumentaria en casa, bien podría pedirle a Brooke que le prestará el sitio a cambio de una comisión.

    Decidió enviarle un mensaje y después se durmió. 

***

    Parker aparcó frente al restaurante donde había sido citado con los documentos que había recabado gracias a Christopher. 

    Llevaba varios días sin ir al casino argumentando que estaba resfriado para evitar que sus amigos vieran las marcas de los golpes y terminaran preguntando, así que esa noche se presentaría para verlos. 

    Se acercó hasta la mesa donde la pareja le esperaba. 

   La mujer le sonrió con dulzura mientras el hombre se puso de pie para saludarlo. 

—Buenas tardes —dijo el hombre.

—Fredek —dijo como saludo—. Señora Petrova. 

—Tú me puedes llamar Keira —dijo con coquetería haciendo que su esposo lanzará un bufido.

   Parker sonrió y se sentó para comenzar. 

—¿Qué es eso tan delicado que tienes que decirnos? —dijo Fredek.

—Es sobre Lydia —anunció y la mujer borró su sonrisa—. Para ninguno de los dos es un secreto que ella y yo estuvimos juntos, así que solo voy a decirles que en nombre de lo que hubo y de la amistad que tenemos con ella me veo en la obligación de alertarlos en cuando a un sujeto que conozco del pasado y que está buscando hacerle daño.

    Extendió la carpeta con la investigación que Chris le proporcionó, donde se detallaba todo sobre Arthur. 

—Seguramente ella lo conoce con otro nombre y aunque debo decir que me sorprendió verlos juntos, dado que él debe tener más o menos su edad, sin afán de ofender —dijo a Petrov—. Creo que más que eso, ella está en peligro. 

DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora