—Bien, cambiemos el tema, hablemos de mi nueva conquista. Hablemos de Perséfone —dijo Max al mismo tiempo que Parker estallaba el vaso al soltarlo y sus amigos se ponían de pie.
Una maldición pugnó por salir de su boca al escuchar a Max decir eso.
—¿Estás bien? —dijo Hurs y él solo salió de sus pensamientos a punto de mandar al diablo a todos y sacarle a Max la verdad.
—Sí, solo se me resbaló el vaso —respondió—. Ahora vuelvo voy a limpiar eso. No cuenten nada hasta que vuelva.
Maddox comenzó a reír.
—Desde cuándo eres tan chismoso —añadió bastante divertido.
Parker no respondió sino que se apresuró a ir por los instrumentos de limpieza.
Una vez volvió y limpió todo desapareció de nuevo para volver mientras sus amigos lo veían hacer todo a velocidad.
—Estoy próximo a casarme —dijo Hurs al verlo sentarse unos minutos después—. Adoro a mi futura esposa y no me gustaría que ensucie sus bellas manos. —Hizo una pausa—. ¿Te gustaría ser mi sirviente? Nunca he visto a nadie limpiar algo con tanta rapidez.
Parker le mostró el dedo medio mientras Hurs le lanzaba un beso.
—¿Qué es lo que decías? —inquirió girándose hacia Max—. ¿Qué hay de la chica?
Max comenzó a relatar mientras los demás seguían hablando pero en realidad se moría por saberlo todo. Temía que en cualquier momento su amigo dijera que de verdad estaban juntos.
—Tiene un tatuaje sexi en el vientre —dijo Max.
—¿En serio? —pregunto Hurs—. No te creo, nadie tiene un tatuaje más sexi que yo. He dicho y no me contradigan.
—¿No es así Parker? —dijo Max.
Él respiró tranquilo al escuchar eso sabiendo que Perséfone no tenía tatuajes tras entender el juego de Max que se había dado cuenta de que tenía mucho interés en ella y estaba poniéndolo en jaque, así que se calmó.
—¿El qué? —preguntó—. ¿Hablar de los tatuajes de Hurs?
—Del de Perséfone —añadió Max con la mirada especulativa.
—¿Por qué habría de saber de los tatuajes de una mujer que se acuesta contigo y no conmigo? Tengo entendido que compartiste amantes con Maddox pero que recuerde nunca conmigo —respondió con ese aire indiferente.
Todos comenzaron a hablar de ella y él tuvo que mentir y desviar la atención de todos sus amigos hasta que terminaron hablando de Melina y de la supuesta infidelidad sobre ella.
Parker sorteaba las tonterías de sus amigos mientras los escuchaba y trataba de hacerlos sentir bien pero debía admitir que había algo de diversión en verlos romperse la cabeza por algo.
—Entonces la que causa las risillas estúpidas es esa mujer —dijo afirmando Hurs.
—No tengo pruebas pero tampoco tengo dudas equis dos —dijo Maddox repitiendo frases de su otro amigo.
—No, esa es Lydia —respondió Parker.
—¡Por Cristo! —dijo Max—. Me has llamado mujeriego todo el tiempo y tu tienes más secretos de faldas que los tres juntos.
—El encanto lo es todo querido —respondió—. En fin vamos a beber o vamos a hablar de las conquistas.
—Mejor cambiemos de tema —dijo Hurs—. Hace mucho yo no tengo conquistas. Soy una bestia respetable ahora.
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DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)
RomanceParker Walsh Welshmen ha escondido su identidad por diez años cultivando misterio y escepticismo a su alrededor, con el apodo del ángel y con una camaleónica personalidad, solo un puñado sabe en realidad su origen y su verdadero rostro. Con un amor...