Capítulo 67

37.3K 3.6K 241
                                    

El cuerpo de Blake se desplomó en el piso evitando así que disparara contra Perséfone quien seguía en su lugar sin reaccionar. 

    Parker miró a Blake pero sobre todo miró al fondo a su hermano sosteniendo una pistola. 

    Intentó acercarse a él pero este solo pasó a un lado directo hacia Blake quien seguía en el suelo y a quien alguien de seguridad había quitado el arma. 

—¿Qué esperan para llamar a un médico? —preguntó Alfred que solo se arrodilló a lado de ella con la mirada vidriosa. 

    Blake le miró sin poder emitir una palabra. 

—Lo siento —dijo Alfred—. He comprendido que Parker habría dado su vida por mí, habría matado por mí. Todo de él depende de esa mujer y no podía permitir que cuando por fin empieza a ser feliz le quites lo poco que ha disfrutado. Te amo pero él es mi hermano y ya le he hecho suficiente daño. —Le dio una sonrisa amarga—. Ya entendí que todo lo que querías era cumplir tu sueño de reina sin importar quién de los dos fuera el rey. 

    Sus ojos llenos de lágrimas la miraban pero ella no dijo nada y tampoco tuvo tiempo de hacerlo puesto que Chris llegaron para llevarla al médico. 

     La vio irse con el corazón estrujado pero seguro de que al fin estaba libre de la atadura con ella. 

    Miró la partida de Blake, donde el cabello pelirrojo colgaba y sonrió con amargura. Se había disfrazado usando un uniforme de guardia y una peluca para destruir aquello que nunca tendría. 

    Parker se acercó y por unos instantes solo se miraron antes de darse un abrazo gigante. Mientras sus amigos comenzaban a llegar y lanzaban un suspiro al verle bien. 

    Parker estaba seguro de que ningún invitado se había dado cuenta de nada, después de todo el llevó a su esposa hasta esa área, solos donde nadie podía verles y los invitados seguían en el festejo. 

    Se separó de su hermano que solo miró a Perséfone y le dio una sonrisa débil. 

—Gracias —dijo ella sabiendo que esa era la forma en que le pagaba la deuda de haberla delatado y propiciado muertes, aún así ella no podía perdonarlo del todo, no cuando tenía tanto odio y había sufrido tanto por eso—. Gracias por salvar a mis hijos. 

     Alfred asintió y se alejó para darle espacio. 

   Perséfone miró a su esposo, esta vez no había la mirada de acompañamiento de siempre; al contrario, era una mirada decepcionada. 

—Perse…

—No sé cuáles hayan sido los motivos —dijo levantando una mano—. Tampoco me interesa saberlos. 

    Se dio la vuelta y siguió su camino mientras él la seguía con toda una horda de hombres de seguridad mientras el resto se movía asegurando que el peligro hubiera pasado. 

    En el camino encontraron a la madre de Perséfone que solo agachó la vista al suponer de lo que se trataba.

    Entró a su habitación y cerró la puerta con pestillo, de tal manera que nadie más entrará, ni siquiera Parker. 

     Escuchó los golpes en la puerta pero no abrió, oyó su voz pidiendo que lo dejara entrar, escuchó todo pero no quiso hacerlo y tampoco lloró. Llevaba años llorando como para hacerlo ahora. 

     La puerta se abrió y no necesitó girarse para saber que era él. 

    Permaneció en su lugar sin alterarse, después de todo qué más daba. 

DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora