Alfred recordó las palabras de su padre y se dio cuenta de que indiscutiblemente a él lo consideraba débil.
Siempre había sido Parker, Parker el que lo podía todo, el mejor en la escuela, en deportes, en velocidad, en todo. No conocía una disciplina en la que no destacara y en la que sus padres no se sintieran orgullosos. Él en cambio siempre fue un chico diferente, no tan hábil como Parker y que a los 15 años aún no tenía decidido qué carrera estudiar. Él ya, Parker lo había sabido desde siempre, había querido hacerlo y hasta hace poco se había enterado de que lo había logrado con sus medios y en menor tiempo del que dictaba mientras adelantaba materias.
Su habilidad para aprender era sorprendente pero eso no lo hacía más valioso, pensó que quizás su padre tenía razón al decir que Parker podría lograr algo que él no, pero no por eso dejaba de doler que lo haya elegido a él.
«-Pues si ya tomaste la decisión -dijo sin añadir nada más.
-Si quieres ser el rey puedes serlo -dijo él-. Solo quiero que estés consciente de que voy a exigirte y llevarte al límite tanto como lo llevo a él, quiero que demuestres que puede cuidar de tu madre cuando yo no esté, que puedes cuidar de tus hermanos, sobre todo de Sam que es una pequeña.
-Parker lo hará bien -dijo rendido-. Es bueno en todo, estoy seguro de que también está un gran rey. Espero al menos que lo sea, que pase a la historia como el mejor.
-No lo hará sin ustedes -dijo su padre-. Son lo que lo motiva, solo obsérvalo, Parker es un joven que ama su vida tal cual.
-Siempre dices que es muy bueno -dijo mirándolo.
-Tan bueno como tú, mi amor -dijo acariciando su cabello-. No olvides que ustedes son iguales, son un mismo corazón.
-Parece que no un mismo cerebro -dijo riendo.
-Tus habilidades son otras -dijo el rey-. Pronto irán a casa, a su verdadero hogar y ahí vas a brillar como uno de los príncipes herederos del lugar. Vas a ser el mejor en lo que quieras ser. Eleanor será la mejor amazona, Sam algún día demostrará sus habilidades. Todos mis hijos son los mejores. Parker solo representará lo que son todos juntos: amor y unión.
Alfred le observó y asintió antes de darle un abrazo caluroso mientras las palabras pesaban sobre él».
Suspiró al recordar a su padre y en el cómo le daba la vuelta a todo lo que pasaba con ellos.
Pensó en su hermana mayor al menos las veces que habló con ella sobre el tema.
«-Parker será el rey -dijo mientras veía a su hermana peinarse.
-Sí, ya me lo dijeron, es estupendo -dijo desde su sitio y sin girarse.
-Te ha quitado tu lugar por derecho -dijo y solo entonces ella se giró y se levantó del asiento para ir a su lado en la cama.
-No me ha quitado nada -dijo ella con una sonrisa-. Si no se lo hubieran dado igual yo no habría aceptado. No quiero una vida de protocolos, llena de envidia y ambición, una donde no pueda ser libre del todo, solo observa a papá, no pudo elegir esposa y se casó a escondidas con mamá, no pudo reconocernos al nacer hasta años después, no pudo hacer nada. No tuvo libertad, yo no quiero eso para mí, ¿no has escuchado lo que dice su amiga y lo que papá dice? Ambos creen que Parker haría linda pareja con una chica que no conoce. Eso no es lo que quiero para mí, papá no lo está premiando, lo está condenando a una vida como la de él. Yo no quiero ser reina y puede ser egoísta porque es mi hermano y lo quiero pero él tal vez sea mejor rey que yo. No debes preocuparte, Parker nunca nos abandonaría».
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DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)
RomanceParker Walsh Welshmen ha escondido su identidad por diez años cultivando misterio y escepticismo a su alrededor, con el apodo del ángel y con una camaleónica personalidad, solo un puñado sabe en realidad su origen y su verdadero rostro. Con un amor...