Sus dedos entraban y salían de ella fuerte sin que dejara de torturarla con su lengua hasta que ella gimió fuerte mordiendo sus labios para no gritar y se liberó aprisionando a su esposo con las piernas.
Cuando se recuperó, aflojó el agarre por lo que él aprovechó para atacar de nuevo sus senos y morderlos ejerciendo un poco de presión.
Perséfone tomó su miembro y lo guió hacia su sexo en una silenciosa súplica de que la tomara.
Parker se deslizó lento y suave dentro de ella y comenzó a embestir lento al principio y después más y más fuerte hasta que sacó gritos ahogados por la almohada cada vez que su falo llegaba al fondo de ella.
Perséfone sentía el calor recorrer su cuerpo mientras lo veía dar estocada tras estocada cada vez más salvaje antes de dejarse caer sobre la cama e invitarla a subirse sobre él.
—Móntame —dijo con el pecho subiendo y bajando con fuerza.
Ella así lo hizo y de nuevo se vio invadida por él que soltó una palmada fuerte en su trasero para después sujetarla por la cintura y arremeter contra ella una y otra vez con estocadas certeras.
Arremetió una y otra vez sintiendo como cada vez las paredes de la vagina de su mujer se cerraban sobre su miembro en una muestra del siguiente orgasmo de Perséfone.
Parker no estaba mejor, se encontraba perdido en las sensaciones mientras sentía la humedad y escuchaba el chapoteo que emitía su miembro al entrar y salir por la mojada vagina de su esposa.
Ella comenzó a jadear al mismo tiempo que se movía sobre él mientras Parker arremetía con un movimiento frenético y disfrutaba del movimiento de caderas de su esposa y el baile que hacía sobre él tocándose y disfrutando de los gestos de su esposo que estaba a punto de sucumbir.
Finalmente ella estalló echando la cabeza atrás y se vio sujeta con fuerza por el que la aprisionó de la cintura y se adentró en ella una y otra vez con tanta fuerza que se sujetó fuerte de él hasta que lo sintió vaciarse dentro de ella con un resoplido ligero.
—Como te amo —dijo dejando caer su cuerpo en la cama y llevándola con él.
—También te amo —dijo ella dejando un beso en su pecho—. Mucho… Siempre.
Se bajó del cuerpo de su esposo y se recostó a su lado antes de verse sujeta por los brazos de su marido.
Ella le acariciaba el rostro y lo veía mientras él paseaba sus dedos de forma distraída por su espalda.
—Ven aquí —dijo Parker—. No te alejes, igual no voy a hacerte nada que no te haya hecho ya.
Ella sonrió y lo abrazó.
—Igual te lo he dado todo —dijo ella al mismo tiempo que subía su pierna sobre él—. Así que eres mío, solo mío.
—Solo tuyo —dijo posando su mano de forma distraída por su vientre.
Ella se tensó al instante y le miró.
—¿Te gustaría tener hijos? —preguntó—. Yo a veces los quiero pero a veces no, tengo tanto miedo.
Se vio envuelta por los brazos de Parker que la llenó de besos.
—No hablemos de eso ahora —dijo tranquilizándola—. Justo en este momento siento que no me queda un ápice de fuerza y no quiero que se rompa el momento. Quiero estar así.
Ella asintió y de nuevo lo besó escondiendo su rostro en el cuello de su esposo, dejando que su aroma la invadiera hasta que no hubo más y se quedó dormida.
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DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)
RomanceParker Walsh Welshmen ha escondido su identidad por diez años cultivando misterio y escepticismo a su alrededor, con el apodo del ángel y con una camaleónica personalidad, solo un puñado sabe en realidad su origen y su verdadero rostro. Con un amor...