Capítulo 55

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—Vendré mañana para saber cómo va todo —dijo Blake—. Nos vemos luego. 

—Por supuesto —añadió Parker. 

    Blake se despidió de todos dejando un beso en la mejilla de cada uno y dejando sobre las manos de Parker un pañuelo que envolvía un arma; después partió. 

—Sigo sin creerme esto —dijo Maddox aún a espaldas de Blake que escuchó su declaración. 

—Dejen el drama, estamos aquí y es lo que importa —dijo Parker. 

    Inmediatamente que ella estuvo fuera fue él quien empezó a revisar la casa junto con sus amigos. 

—Parker —dijo Melina—. Sabes que algo pasa, verdad. 

    Él no dijo nada, solo siguió mirando antes de que su celular sonara. 

    Inmediatamente vio el número de Petrov se alejó para tomar la llamada esperando que supiera donde estaba su esposa. No fue así. Por un momento pasó por su cabeza volver para buscarla pero se dijo que había abierto ya el desastre y ahora no podía pararlo. 

    Fue hasta la habitación de su tío mirando a sus amigos y abrió la puerta encontrándolo sentado en la cama. 

    Parker sonrió al verlo acorralado. 

—Debí matarte cuando pude —dijo Cillian ante un Parker que solo sonrió.

—Debiste, sí —concordó—. El punto es que no lo hiciste. Sobreviven dos hijos, que van a convertirse en tu peor pesadilla.

—La mocosa vive —dijo el hombre. 

—¿Esperabas que no? Jamás habría dejado morir a mi hermana —dijo furioso. 

—Pero dejaste morir a tu gemelo —dijo mirándolo—. Sabes que cuando lo vi aún agonizaba. 

    La mandíbula de Parker se tensó pero no pensaba caer en su juego. 

—Tu estúpida hermana ya había muerto, tu madre también, pero él, Alfred vio a su asesino —dijo y Parker sonrió. 

—Supongo entonces que Alfred se fue un poco más conforme que el resto —dijo con indiferencia sorprendiendo al hombre que esperaba aquello lo hiciera perder el control—. Al menos mi hermano conoció a su asesino. ¿Te vio a los ojos cuando diste el tiro de gracia o ni siquiera te atreviste?

—Yo no mato a nadie —respondió—. Solo me encargué de que se cumpliera. 

—Por supuesto, para eso están tus matones —dijo Parker. 

—¿No es lo mismo que haces tú? —inquirió Cillian—. Otro lo hace por ti. 

—¿Por quién me tomas? —dijo Parker—. Yo no cometo errores, no dejo a cargo de nadie lo que quiero que no tenga fallas. Estoy esta noche aquí para asegurarme de que no haya errores. 

    Cillian entendió lo que quiso decir y se puso de pie intentando huir de ahí pero se topó con la sonrisa cínica de Max y la corpulenta estructura que no lo dejaría salir. 

    Pronto se vio sujeto del cuello y después fue llevado a rastra hasta la cama. 

    Chris sacó de su bolsillo un frasco de pastillas. 

    De inmediato entendió lo que venía e intentó liberarse pero se vio sujeto por Hurs y Max para que Chris metiera las pastillas en su boca. Le cerró la boca y aplastó la nariz para que se las tragara. 

    Cuando lo consiguieron fue Parker quien se posicionó frente a él. 

—¿Te has dado cuenta de que Blake te traicionó? —preguntó divertido—. ¿Has visto que ningún guardia está aquí para ayudarte? ¿Que nadie te apoyo en la reunión? ¿Que todos siguieron a Blake? Vaya a saber lo que esa mujer prometió pero está claro que te ganó la partida. Fue ella quien nos dejó entrar, quien ha hecho todos los movimientos dentro, desde hace mucho. 

DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora