Capítulo 6

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Se besaron como antes, como siempre que él volvía a casa después de una ausencia larga

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Se besaron como antes, como siempre que él volvía a casa después de una ausencia larga. 

    Las manos de Perséfone jugueteaban con el cuello de su camisa mientras las de él acariciaban su espalda y su cintura. 

    Se separaron cuando el aire hizo falta y después se miraron uno al otro. Finalmente ella le sonrió y volvió a acercarse para besarlo, provocándole como cada vez que estaban juntos. 

    Ella se enamoró por la forma en que Parker amaba, con total entrega y cuando hacían el amor, lo hacía de la misma forma, al menos con ella, como si desapareciera el resto del mundo. 

    Ella amaba estar desnuda frente a él porque le hacía sentir que solo eran ellos dos en el mundo. 

    Acercó sus manos a su pecho y recorrió abiertamente su tórax buscando una confirmación o un rechazo. La respuesta no sé hizo esperar y pronto la mano de Parker acariciaba con descaro su trasero como siempre. 

    La escuchó reír y él hizo lo mismo. 

—Sigue siendo precioso —susurró contra sus labios antes de besarla mientras ella envolvía sus piernas alrededor de él. 

   Perséfone le guió hasta la habitación y a trompicones terminó en la cama envuelta en risas como hacía mucho no se veía. 

    Parker se acostó a su lado y la miró antes de abrazarla. 

    Se recostó en su pecho y sonrió dejando que la abrazara. 

    Se quedaron callados y aunque él moría por hacer el amor con Perséfone tenía tiempo para eso, de momento solo quería estar ahí, en compañía de ella. 

—¿Te gustaría tener a tu familia contigo? —preguntó—. Puedo mandar por ellos, acomodarte en un lugar mejor. Ya sabes, como antes. 

—¿No estarás conmigo? —preguntó. 

—Solo si tú quieres, pero sabes de qué manera —dijo mirándola—. No puedo ofrecerte ahora nada más que eso. 

—Entonces quédate conmigo esta noche y después vete —dijo ella—. Cuando puedas ven por mí. No antes, cuando pueda llamarme tu esposa, ni siquiera conozco a tus amigos. 

—No puedo presentártelos ahora pero te aseguro que van a agradarle mucho —dijo y ella se vio sonriendo—. Quiero verte cada día. 

—Entonces quédate conmigo —dijo ella en tono suplicante—. Podemos vernos aquí si de plano no puedes quedarte a mi lado. 

—Es un lugar horrible y peligroso, pero puedo buscarte algo —dijo y ella hizo un gesto de desagrado—. Te prometo que será temporal y voy a lograr que todo mundo te de él lugar que mereces. 

    Parker la abrazó y besó largo rato antes de que ella asintiera y se quedara dormida en sus brazos. 

***

DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora