Capítulo 9

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—¿Amigo? —preguntó

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—¿Amigo? —preguntó. 

—Bueno, era una salida grupal —dijo medio avergonzada—. Pero, ya sabes…

—El tipo y tú tenían algo —concluyó por ella.

    Un silencio se hizo, en el que ella creyó que se enojaría y terminarían peleando. 

     Parker era celoso y bastante irracional cuando se enojaba. 

—Salimos un par de veces pero no funcionó —confesó.

    La seriedad de Parker la alarmó y más aún cuando estaba en silencio solo observándola. 

   Él por su parte, estaba molesto claro, pero no le podía culpar, estuvieron separados y sería hipócrita reclamar cuando él mismo había intentado algo con Lydia. 

—¿Aún lo ves? —preguntó y ella asintió. 

—Es mi amigo —dijo y él guardó su opinión—. Pero si quieres puedo dejar de hablar con él. 

—Si dices que es tu amigo es porque lo es —dijo y ella le observó—. Yo jamás voy a prohibirte nada, si quieres dejar de hablarle que sea porque así lo quieres no porque tengas que sacrificar algo por mí. 

     Perséfone sonrió y lo abrazó dejando un beso en su mejilla. 

—Sabes que siempre te voy a querer a ti —dijo para suavizar las cosas—. No importa si estás rubio, pelirrojo, castaño, tuerto o manco. Siempre vas a ser tú. 

—¿Por qué me besaste aquella noche? —dijo divertido.

—Estaba ebria y justo terminé en medio de una pelea con él por las comparaciones, ya sabes el alcohol —dijo y él asintió—. Te vi al otro lado mientras decías algo a un rubio. Te reconocería en medio de un millón de personas.

—¿Por qué no te quedaste? —preguntó. 

—Porque me di cuenta de que mi esposo es un nalgas flojas que responde los besos a desconocidas —dijo mirándolo con dureza. 

    Parker sonrió y se encogió de hombros con diversión. 

—Me tomaste desprevenido —dijo y volvió a encogerse de hombros—. Si te hubiera visto te habría desvestido ahí mismo. 

—Eres un cínico —dijo ella. 

    Parker volvió a encogerse de hombros. 

—Así me amas —dijo con seguridad—. No puedes negar que te agrada mi cinismo. 

—No siempre. —Entrecerró los ojos—. Cuando te pones princeso eres tan insoportable como una loca. 

    Parker la abrazó y dejó un beso en su frente antes de ponerse serio.

—Antes de que sigamos con esto quiero contarte algo —dijo borrando la sonrisa de Perséfone. 

   Comenzó a relatarle todo, desde que era pequeño.

DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora