—¡Perséfone por Dios! —gritó Parker desde su sitio—. No vamos a llegar por tu culpa.
—¡Es que me quedan horrible! —dijo enojada—. Mi vientre es enorme y todo me queda espantoso. Es más, ¡basta! Ve tú, yo me quedo aquí.
Se sentó en la cama frustrada hasta que su esposo le tomó la mano y la abrazó.
—Este azul te queda precioso —dijo tomando su barbilla para que le mirara—. Amor, es la boda de mi amigo, es importante para mí y quiero que estés conmigo.
Perséfone le miró y asintió con una sonrisa llorosa.
Se levantó y tomó la mano de su esposo para ir hacia el salón de eventos.
Se subieron al auto que los llevaría mientras ella recostaba su cabeza en el hombro de Parker y Sam se colocaba frente a ellos.
Melina y el pequeño Will se habían ido antes con Chris quien parecía ser el hombre que se quedaría con ella.
—Margot debe tener ya muchos meses de embarazo igual que tú —dijo Sam—. Ya falta poco.
—Mes y medio —dijo Perséfone.
—Espero no sean como Will —dijo divertida—. De ser así van a acabar con mi paciencia.
Parker comenzó a reír sabiendo que la diferencia de edades y el temperamento de ambos hacia la convivencia difícil.
Los dos se acercaron al lugar donde Max uniría su vida a Margot. Habían pasado muchos meses desde que todo había sucedido.
Perséfone visitó a sus abuelos después de tomar el títulos de su madre y que contrario a lo que pensó se arrepentían de haber actuado con su única hija como lo hicieron y deseaban tener contacto con ella.
En un principio se rehusó puesto que conocía la historia de Topacio por su madre adoptiva pero después de un tiempo reconsideró y ahora los tenía cerca, hablaba con ellos por teléfono y viajaba junto a su esposo constantemente, pero su hogar seguía siendo ese, ahí donde todos sus amigos estaban.
Alfred seguía reinando en ausencia de su hermano y por supuesto hacía llegar todo a él, de tal manera que en meses se estableció una relación fuerte en la que habían dos reyes.
Parker seguía mostrando esa autoridad cuando volvía e incluso muchos preferían a Alfred por su fácil manejo, su carácter más afable mientras que el rey entraba como lo que era y ponía a todo el mundo a moverse, hacía y deshacía a su llegada, si algo no le gustaba se cambiaba de inmediato. Parker era un huracán cuando pisaba el castillo y a muchos aquello no le gustaba pero debían admitir que era justo y buen rey, el país marchaba bien y los gemelos parecían compensar al otro. Donde uno faltaba en seguridad y fuerza el otro se la daba con su presencia y dominio; donde el otro carecía de simpatía y amabilidad estaba su contraparte, para restar hierro al asunto y suavizar las cosas.
Alfred poco a poco comenzó a reír y a ser más feliz aunque aún lucía triste pero Parker esperaba que pronto mejorarán las cosas para él.
El caso de su tío se cerró como suicidio y el de Cairenn como un homicidio parental.
El ataque a Parker en casa de Blake se manejó como una cuestión de mafia, involucrándola a ella y no es que fuera mentira, al final fue ella quien los contactó. Por supuesto aquello destapó una investigación más fuerte en la que hubo arrestos a cabecillas y a ella que seguía en prisión por traición y por intento de homicidio con ataque a la reina.
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DESHACER AL ÁNGEL. (El Club De Los Desterrados 4)
RomanceParker Walsh Welshmen ha escondido su identidad por diez años cultivando misterio y escepticismo a su alrededor, con el apodo del ángel y con una camaleónica personalidad, solo un puñado sabe en realidad su origen y su verdadero rostro. Con un amor...