Connor se sienta a mi lado, mira hacia el frente, trae ropa casual en lugar del uniforme de americano.
- Ya me he disculpado y creo... que lo correcto sería hacerlo de nuevo- dice sin mirarme- Nunca fue mi intención comportarme como un idiota y hacerte sentir incómoda.
- Me lo has dicho- lo interrumpo.
Cruzo las piernas como chinito y me enfoco en jugar con el pasto.
- Eres linda, ingeniosa y sobre todo una buena persona. No entiendo cómo las personas que te conocen a simple vista suelen decir que eres malhumorada o sarcástica.
- Lo que suelen decir las otras personas de mi es basura y no me interesa en absoluto lo que digan- lo miro enojada- ¿Crees que te perdonaré así, sin más? ¿Que unas simples palabras harán que te dé otra oportunidad? Si eso te funcionó con las demás, lamento decirte que conmigo no.
Se queda callado y mira sus manos. Me levanto del pasto y me alejo de Connor, quien por desgracia, me toma del brazo y me impide seguir caminando.
- Suéltame- le digo.
- No, hasta que me escuches.
Jalo mi brazo, pero él opone resistencia y se niega a soltarme.
- Connor, suéltame.
Abre la boca para decir algo, pero alguien más le gana:
- Dijo que la sueltes Connor.
Nash, Fred y Katty están en el umbral del ventanal, Connor suelta mi brazo y se aleja sin decir nada. Me quedo atónita por unos segundos. Ya no sé que pensar: primero Hayes, después Connor, después Barbara, Hayes me besa y ahora Connor intenta disculparse. ¿Qué clase de reality show me está jugando una broma?
- ¿Qué te estaba diciendo?- pregunta Katty.
- Intento disculparse... otra vez.
- Yo creo que debemos golpearlo y dejarlo con la cara morada- interviene Nash mientras golpea la palma de su mano con el otro puño.
- ¿De que me perdí?- pregunta Fred bastantante confundido.
- De nada interesante- decimos al unísono.
A la mañana siguiente, despierto al mediodía y recuerdo que Katty me dejó en mi casa a la una de la madrugada, ¿Por qué razón? Simple: cuando nos íbamos algunos invitados, ya ebrios, se lanzaron a la piscina; de hecho casi media casa lo hizo, incluidos Katty y Nash. Yo no tenía ánimos, así que me senté en las sillas para revisar el celular. No me la pasé tan mal, Hayes sacrificó divertirse con los demás por pasar el rato conmigo. Estuvimos platicando, me prestó su celular ya que al mío se le acabó la batería. Después de que Katty se aburrio de estar en la piscina me dijo que era hora de irnos.
Me froto los ojos y me quedo acostada intentando volver a dormir.
Más tarde, tocan la puerta de mi habitación; quisiera contestar pero aún siento los ojos pesados y la garganta cerrada, así que me concentro en dormir. Tocan de nuevo y pienso que quizá sea mamá.
Insisten, pero esta vez abren la puerta y yo me niego a mirar quién es.
- ¿Aún sigues dormida?
Esperen...¿Estoy soñando o en realidad es la voz de Hayes?
Despierta, despierta.
Con toda la fuerza de voluntad que logro conseguir, levanto un poco la cabeza para mirar la puerta y me doy cuenta de que no estoy soñando ¡Es Hayes!
- ¿Qué haces aquí a esta hora?- le preguntó mientras dejo de ver todo borroso.
¿Por qué actuas tan natural frente a él? Se metió a tu recámara, estás en pijama, despeinada, con el cabello hecho un nido de pájaros... sólo digo.
- ¿¡Qué haces aquí!?- mi cerebro reacciona y le lanzo un cojín, que logra esquivar.
- Se supone que ayer acordamos en salir a las tres- dice mientras recoge mi cojín- No sabía que recibias a las personas aventándoles cojines.
- ¿En serio? No pues... perdón.
Se sienta en el borde de mi cama.
- Creo que eres más amable cuando estás dormida.
- No es por nada, pero acabo de despertar y no tengo ganas de levantarme- discretamente, intento peinar mi esponjado cabello, que por suerte se peina un poco.
Mira todo mi cuarto y clava la vista en la televisión.
- Si ya no quieres salir, podemos ver películas aquí- ofrece.
- ¿Y quién dijo que quería estar contigo?
Pone cara de ofendido y hace un ademán de irse.
- Es mentira- le digo con una sonrisa- El problema es que no tengo películas que puedan gustarle a un chico.
- No me molestaría ver películas románticas contigo ¿Sabes?
Me quedo muda ante aquel comentario.
Ningún hombre acepta ver películas románticas nunca, jamás.
- Bueno... ponla tú- sugiero.
- ¿Bromeas? Estoy muy cómodo- dice mientras se recuesta a mi lado.
- ¿Ah, si?- pregunto sarcasticamente- porque tú fuiste el que me despertó.
De mala gana, se levanta y le indico dónde están las peliculas. Pone cara de emoción cuando encuentra una película de acción; la pone y, literalmente, se avienta sobre el colchón y se recarga en la cabecera de la cama; yo lo imito.
Se concentra en la película, pero como ya la he visto unas veinte veces, me aburre y me duermo de nuevo.
- No te duermas- me pide mientras me abraza por los hombros.
- ¿Qué?- le pregunto confundida.
Después de un largo rato, o al menos eso me parece, me atrevo a decirle su ya me aburrí.
Me lanza una mala mirada.
- Tu dijiste que nos quedaramos aquí.
- El problema es que ya he visto esa película un montón de veces.
Se acomoda mejor en la cama y después me mira.
- ¿Entonces qué quieres que hagamos?
Me toco la barbilla, pensativa.
- ¿Y si te doy un beso?- pregunta de la nada, lo cual hace que me sonroje.
Se acerca a mi lentamente y, cuando está a milímetros de mi cara, su celular suena y se aleja para atender la llamada de mala gana.
- Si... ajá... no... está bien, estaré allá en media hora, mamá.
- Creo que te regañaron.
- Ja ja ja- se ríe sin humor- No es gracioso, nos vemos mañana en la escuela.
Me da un beso en la comisura del labio; me quedo sentada, sonriendo como una loca enamorada.
Kj apa como Fred 👅
Compas, el día de hoy oficialmente terminé mi ciclo escolar :'(, lo que significa que tendrán más capítulos y próximamente más novelas. Anyway no olviden comentar y votar, ly ❤
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100 días para enamorarlo ||Hayes Grier
FanfictionApuestas,apuestas,apuestas al parecer es lo único que ronda en la cabeza de mis amigas. - Entonces ¿haces la apuesta? - ¿De que se trata? - Tienes que escojer a tres chicos- mi amiga sonrió- Tienes que enamorarlo, hacer que cambie y después botarlo...