Hyson te lo advirtió.
Él es fuego.
Y el que juega con fuego.
Se quema.□□□●□□□
Llegamos a lo que parecía una serie de apartamentos visiblemente caros y lujosos.
Hyson avanzó por un camino de piedras y flores silvestres hasta detenerse en un estacionamiento que decía VIP.
Heron se bajó del auto y me abrió la puerta. A regañadientes salí, y por educación, casi le digo gracias.
Hasta que expulsó el humo del cigarro en mi cara.
No me gustaba ese olor.
Lo inhalé entero y trás ser atacado por una tos seca, espanté el humo con mi mano derecha.
-No te alejes mucho, Haiden-me advirtió Heron con frío semblante-. Si te pierdes, algo te atacará.
-¿Y que és?-pregunté, andando detrás de ellos.
-Mejor ni le digas-intervino Hyson-Cuando sienta algo en el culo lo sabrá.
Ambos rieron.
Los odio, los detesto.
Esta noche Hyson llevaba el cabello rubio peinado y a la vez revuelto, dándole su toque salvaje característico. Tenía un traje Gucci vinotinto a la medida que decoraba con anillos de oro en todos el dedos y una pequeña cadena, igualmente, de oro. Su aroma era atrapante, su sonrisa malvada te prometía que todos tus deseos eróticos se cumplirían y, en otras palabras, parecía un actor que va directo al met gala.
No sé cual es su jodido secreto, pero siempre posee un aire de riqueza, maldad, poder y completa perfección que me choca.
Por otro lado, Heron tenía el cabello rojizo igual que todos los días, también llevaba un traje a la medida como el de su hermano, incluso del mismo color. Sin embargo, a él se le notaba que solo deseaba un pantalón y una sudadera. Se veía tranquilo, indiferente, la definición de misterio personificada, y a su modo atraía hasta a la más mínima criatura que fuera capaz de sentir un cosquilleo entre sus piernas.
Parecían demonios disfrazados de ángeles ricachones.
Y esos son los peores.
Caminamos hacia un apartamento bastante asombroso: el color blanco que lo envolvía era opacado por luces verdes, azules, rojas y amarillas que aparecían en secuencia sobre la superficie. Solo en la entrada habian cien personas, según pude calcular, y todas ellas se veían igual: drogadas y borrachas hasta más no poder.
Cuando entramos mis ojos se agrandaron.
Si afuera habian cien personas, adentro esa cantidad se quedaba pequeña.
Me sentí trasladado a la película de Buenos Vecinos.
Las luces estaban apagadas, no obstante, la oscuridad duró solo un momento. Inmediatamente unos resplandores color blanco brilloso, como una estrella parpadeando delante de tus ojos se hicieron presentes y en mi opinión, daban dolor de cabeza.
Solo a mí, al parecer.
Un Dj parecido a Marshmello encendía la fiesta con su música, causando que las personas movieran sus cuerpos al ritmo del sonido.
Encontrabas comida a montones en las mesas, alcohol en cualquier esquina, gente haciendo cosas difíciles de definir.
Era un descontrol total.
Olía a drogas. Era como si el aire, la energía, la materia, todo estuviese hecho de ella.
No era un ambiente creado para personas como yo.
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DULCES MENTIRAS
Teen Fiction#18 en extraño #20/10/19 #3 en encanto Haiden, Khaisie y Nolan saben lo que tienen que hacer: acabar con los hermanos Evans de una vez por todas. Acabar con esos dioses griegos que dominan el pueblo de Asheville. Cuya belleza oculta un centenar de...