Reunión y sospecha
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Saco el teléfono del bolsillo al escuchar Chlorine de Twenty one pilots.
Era un número desconocido, de modo que tan odioso como logré contestar dije:
-¿Aló?
-Haiden-era la voz de Khaisie-¡gracias a los dioses, estás vivo!
-Si, que emoción, ¿Por qué no lo estaría?-quise saber, tirando la ropa dentro de la maleta, pasando por alto el hecho de que la chica me tenía en sus contactos.
-Olvida eso-contestó-. ¿Podemos vernos?
-No.
-Haiden, ¿Nos podemos encontrar?-insistió, acentuando las últimas palabras en un tono asesino que me hizo detenerme a pensarlo un momento.
Estar a solas con Khaisie era una de esas cosas prohibidas que tanto te gustan, tanto te llaman, tanto te atraen...
Ella era para mi la manzana que mordió Adán, tan llamativa entre muchas, más deseada que cualquier otra, llena de consecuencias con un solo mordisco, una sola probada.
Creo que ese es el problema con las personas: les encanta lo que no pueden tener.
Además, sino termino estas maletas antes de que la familia Addams vuelva, estoy más jodido que Tom en su búsqueda de comerse a Jerry.
-No creo que...
-Por favor-me rogó-. Me prometiste una respuesta para hoy. Yo te conté mi secreto, imbécil, me lo debes.
Resoplé.
Estoy tan dañado, que cada vez que me dice imbécil me provoca besarla hasta que se disculpe.
-¿En dónde nos vemos?-acepté al final.
-Te envié la dirección por mensaje-respondió con un tinte triunfante y me colgó.
Me di una ducha, colocándome unos vaqueros negros, una franela sin mangas igual de oscura con el logo de una banda de rock y unas botas trenzadas.
Salí de casa y conduje a un parque de Asheville.
Apenas estacioné el auto la calma me dio una bofetada.
La natulareza que envolvía el parque era digna de observar y en mi caso, que era su principal admirador, le agradecí cuando tomó mi ira y se la guardó en el bolsillo.
Fue lo mejor, estar cabreado me volvía un completo cabrón.
Mariposas de todos los tipos y colores volaban cerca de tu cara, el césped estaba perfectamente podado, se escuchaban las risas y los murmullos de la gente, los niños en bicicleta, carritos de helado y otras delicias que formaban una línea recta a los lados del camino.
Era un lugar diseñado para que toda la comunidad lograra pasar un buen rato en familia.
Lástima que la mía no sirva.
Encontré a Khaisie en un puesto de Hot dogs. Con una sonrisa al recibir la comida, sus ojos azules encontraron mis ojos verdes.
Sonrió, contenta.
-Eres rápido-me abrazó con fuerza. La envolví en mis brazos y me aseguré de recordar su olor: jabón de rosas.
-Eso es porque flash es mi segundo nombre-bromeo.
-No te voy a contradecir eso-contesta, mordiendo su Hot Dog.
Sus ojos me inspeccionaron de pies a cabeza, deteniéndose un segundo en mis labios y luego en mis brazos.
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DULCES MENTIRAS
Teen Fiction#18 en extraño #20/10/19 #3 en encanto Haiden, Khaisie y Nolan saben lo que tienen que hacer: acabar con los hermanos Evans de una vez por todas. Acabar con esos dioses griegos que dominan el pueblo de Asheville. Cuya belleza oculta un centenar de...