La fiesta del tercer jinete.
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Retenido y a una distancia prudente de mis primos los vi formar un círculo confidencial, el más innecesario jamás formado, porque todo lo que decían lo escuchaba tan claramente como escuchas la lluvia cuando se aproxima.
-Me ha llamado-le dijo Hyson a su hermano en tono fatigado, retirando un mechón rubio de su cara-. El Águila me acaba de llamar.
Heron, soltando el aire con cansancio, asintió con pesadez.
-¿Qué quiere que hagamos?
-Una fiesta, esta noche. También nos escogió para un trabajo en el festival. Te prometo que, después de esto, seremos libres.
Heron, abriendo los ojos como si le hubiesen puesto unas tetas en la cara, empezó a cantar las cuarenta.
-¡¡¡Ya quiero que esto termine!!! ¡¡¡No aguanto más, maldita sea!!! ¡¿Por qué siempre tienes la culpa de todo?!
-¡No empieces a quejarte!-le soltó Hyson-. Piensa con prudencia, hermanito. Tú también iniciaste esto tanto como yo. ¡Estoy haciendo todo lo que esta a mí alcance para pararlo!
-¡¡¡No me eches el muerto a mí!!!-Heron gritaba. Gritaba como si tuviera una vocina en la garganta. Su piel pálida estaba roja, las venas se marcaban en su frente y su cabello rojo parecía un remolino en su cabeza-¡¡¡Fuiste tú y más nadie!!! ¡¡¡Fue tu idea!!!
-¿Y a quién le importa? Al final los dos estamos arrastrándonos en la misma tierra-Hyson estaba empeñado en que él tenía razón-¡No nos tiene arruinados todavía, solo es una fiesta más! ¡solo es un trabajo más!
Heron suelta una risita absurda y falsa, volviendo a alzar la voz:
-¡Ya estamos arruinados! ¡Desde que esto inicio tenemos una cuerda en el cuello que nos está ahogando! No terminaremos de pagarle. No terminaremos de pagarle nunca, ¿lo entiendes, no Hyson? Deberías entender también que no somos iguales. Tú eres resistente, la vida te obligó a serlo, pero yo...no puedo, no seguiré.
Ahora fue el turno de Hyson en soltar una risa absurda:
-A ver, que me vale lo que quieras. Solo te voy a decir una cosa: ¡ves el lado negativo siempre! Yo decido que hacemos y que no. Es más, vámonos que tenemos trabajo que hacer.
-No voy ni a la esquina contigo. Me dijiste "Vamos, Heron, una fiesta más, ya no le debemos tanto, solo hay que ensuciarnos las manos un poco y seguiremos con nuestras vidas"-citó Heron, como si recordar un evento desagradable fuese lo necesario para horrorizarlo. Lo necesario para meterle en el cráneo a Hyson de una vez por todas que algunas guerras era inevitable perderlas-. Y nos hemos ensuciado tanto las manos hasta ahora...¿Dónde esta el descanso? ¿Quién más tendrá que pagar tus mierdas? Y métete tu sarcasmo por donde te quepa.
Hyson, que por supuesto iba a utilizar el sarcasmo para defenderse, cerró la boca.
-¡Cállate! El Águila se detendrá después de ambos trabajos por las buenas o por las malas, y te guste o no obedecerás mis órdenes, porque si te toca besarte con otro chico, lo harás, si tenemos que meter a alguien en la parte de atrás de mi camioneta lo haremos, y si tienes que sostener a alguien mientras yo lo acuchillo para cerrarle la boca de una buena vez, ¿a que si adivinas, hermanito? LO HARÁS. PUNTO.
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DULCES MENTIRAS
Teen Fiction#18 en extraño #20/10/19 #3 en encanto Haiden, Khaisie y Nolan saben lo que tienen que hacer: acabar con los hermanos Evans de una vez por todas. Acabar con esos dioses griegos que dominan el pueblo de Asheville. Cuya belleza oculta un centenar de...