Capítulo Veintisiete

269 25 11
                                    

¿Relación Tóxica?

Capítulo dedicado a @Davana8 (gracias por tu apoyo y tan sinceros comentarios jajaja. Lectoras como tú se valoran mucho :3)

□□□●□□□

Heron

Las noches estrelladas siempre me gustaron. Son perfectas para fumar antes de dormir.

Eran las nueve de la noche cuando me tiré en la cama exhausto y malhumorado, con demasiada pereza para inyectarme lo primero que se cruzara en mi camino. En ese caso preferí fumar mientras miraba el techo y normalmente me quedaría dormido, pero normalmente Hyson me lo impedía.

Y como olvidarlo: esconder un cuerpo no es nada fácil.

Mi hermano y yo conducimos directo a una penetrante oscuridad, manifestándose con sonidos aterradores y desconocidos, raíces con forma de garras que sujetaban tu cuerpo en un descuido, hojas secas y un lago tan engañoso como las sonrisas de Hyson. Todo eso lo soportamos con el fin de hacer magia para meter el cuerpo de Lucas en una bolsa, rodear su cuerpo de piedras, robar una canoa y lanzarlo a las profundidades del lago como si fuera una moneda que, en vez de guardar un deseo, esconde una pesadilla.

Pero siempre la parte más dificil era lidear con el humor de perro de Hyson.

Siempre era lo más complicado.

Lado a lado observamos como la bolsa con el cuerpo de Lucas desaparecía. Se hundió, dejándonos ver algunas burbujas y luego, nada. Me sentía sucio, con rastros de barro por todos lados, mientras Hyson solo tenía las manos llenas de arena, por lo que creí que solo eran ideas mías.

La verdad era que no me sentía sucio. La verdad era que allí, trás esconder un cadáver en medio de la nada, sentía eso exactamente: absolutamente nada, lo que, sin dudas, era mucho peor. Me hundí en el vacío como ese cuerpo sin vida, sin remordimientos, pena o dolor.

Dicen que no sentir nada es más fácil, pero haganme caso: sientan, porque de lo contrario, están pérdidos.

Por no sentir nada Lucas está en lo más profundo del río Queenwater.

Tan pronto como resolvimos esa ecuación, Hyson y yo encendimos unas linternas y caminamos de regreso a mi auto.

En el trayecto otra linterna apuntó nuestros cuerpos, y automáticamente Hyson me puso detrás de él en un gesto protector. Eran dos adolescentes con botellas en manos, los cuales nos pasaron por el lado sin percatarse de nuestra presencia.

-Todo tranquilo, que ya pasó-comenta Hyson, limpiándose las manos con el pantalón-. Ya todo está bien.

Le miro.

-Perdón, ¿qué decías? Me perdí cuando dijiste que ya todo estaba bien. Fue tan sorprendente que me quede sordo.

-¿Estuvo mal matarlo?-me pregunta Hyson con inseguridad.

Por un lado quería mirarlo con cierta pesadumbre, pero decidí mantenerme inexpresivo.

-Tú conoces todo lo malo-dije-sabes la respuesta.

-Tenemos distintas formas de ver lo que es malo-empieza, y por su ceño arrugado parece sincero-. Para mí no lo fue. Solo veo que hice lo correcto y, si tú no piensas lo mismo, pues yo tampoco.

DULCES MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora