Capítulo Veintitrés

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EL FESTIVAL

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Y aquí estamos.

El día más importante en la vida de tres personas.

No, espera.

Seré más específico con ustedes...¿Qué tal si comenzamos de nuevo?

En tres, dos, uno...

Y aquí estamos.

El día más importante en la vida de tres personas, las mismas que con mucho placer te invitan a ser testigo de la destrucción de dos dioses.

Ven, sígueme, te mostraré el lugar:

Bienvenido a la vigésimacuarta celebración del festival de música electrónica de Asheville. Aquí serás testigo, con entradas gratuitas, de las mejores presentaciones de los Dj's más reconocidos a nivel mundial, ninguno que no hayas oído antes.

El festival se celebra cada tres años, permitiendo a diez mil personas disfrutar por una larga semana del alcohol, drogas, la música y el famoso descontrol como nunca antes lo has visto.

Además se transmite en vivo por todos los canales y consta de dos satélites.

¿No es genial?

Y lo mejor es que no importa que tanto alcohol gratis puedas conseguir, y mucho menos si terminas en la tarima con el gran Tiësto, lo importante es que tendrás un acceso directo al individuo más talentoso y exageradamente hermoso de todo el continente:

El señor Hyson Evans, la leyenda más joven de la historia, presentándose por una hora y media.

¡Que ofertón! ¿No sabes lo caros que son sus conciertos? ¿No sabes el milagro que se te presenta al poder verlo en vivo?

Hyson Evans, con sus ojos azules, genes perfectos, cuerpazo y cabello rubio, atraía a chicas y chicos por igual, encerrándolos en este pueblo lleno de secretos. Sin embargo, no pasen por alto lo bueno: el mundo entero está viendo esto. El mundo entero espera ver las presentaciones de los mejores Djs.

Y Hyson es el segundo en subir al escenario.

¿Qué mejor oportunidad, no?

¿Qué mejor oportunidad para echarle fuego al milagro?

Kay, Nolan y yo pulimos el plan durante semanas. Sin embargo, la propuesta final de Hyson de ayudarle en asuntos que no pretendía contarme por cuestiones de confianza y esa mierda logró complicarnos el plan en su mayoría.

Pero nada que no tuviese solución.

Sobre todo porque los tres eramos obstinados y encontrabamos soluciones hasta en el culo de un mono.

Eran las doce del mediodía, el sol estaba más picante que nunca, el gigantezco escenario brillaba en colores naranjas, amarillos y rojos, como un meteorito recién caído en la tierra; las cámaras posicionadas en todos los ángulos, las pantallas del escenario encendidas, la gente amontonándose una sobre otra y las limusinas con los artistas entrando en filas.

Hyson, Heron y yo llegamos en la nuestra, que muy pronto fue atacada por chicas demasiado emocionadas para el gusto de mi primo. Se pegaban en las ventanas, unas gritando, otras llorando, otras sonriendo de oreja a oreja. Tocaban los vidrios con sus palmas abiertas, llamando la atención de Hyson, o al menos intentándolo.

Unas tenían afiches que decían:

"Hyson cásate conmigo"

"señorita Evans #1"

DULCES MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora