Capítulo Cincuenta

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Knockout

Capítulo dedicado a: @EspinozaMiranda
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Noticiero local

-Y ese fue Fabio reportando la inauguración del centro de ayuda al necesitado en Haití, ¡gracias, Fabio!

-¡Gracias! Y en otras noticias, hoy tenemos información jugosa para el pueblo de Asheville, ¿cierto, Cordelia?

-¡Por supuesto, Jon! Pero no es nada que no conozcan ya, ¡se habla de ello desde que inició el año!

-Correcto, y se trata de nada más y nada menos que de Hyson Evans, el joven orgullo de nuestra gente, ¿te importaría citar su larga lista de logros?

-¿Además de la incalculable belleza?-(risas)-. Bueno, ustedes ya lo saben, ese joven de solo veintiún años a hecho más que todos nosotros juntos, así es. Dos álbumes en número uno, firmó con la marca Calvin Klein el mes pasado, a donado cantidades de dólares a fundaciones, y como no, ¡Gracias a él nuestro pueblo no es una mancha más en el mapa!

-Y como si fuera poco va a irse a Harvard. Lástima que nos deje, pero tranquilas chicas, no lloren, volverá.

-¡Claro que volverá! Pero mientras tanto dejará una marca que nunca se va a olvidar. Ese chico y su hermano organizan las mejores fiestas que se han visto en siglos, y precisamemte hoy será la última.

-¡Todos los jóvenes de Asheville están invitados a esa rumba! ¿Nosotros no podemos ir, Cordelia?

-Tristemente no, Jon. Pero nuestros jóvenes si podrán asistir a una fiesta con temática formal, repleta de famosos, presentaciones en vivo, paparazzi, ¡va a ser como estar en Hollywood!

-No estás equivocada, así que díganme, jóvenes que ven nuestro programa, ¿ya tienen sus trajes para la despedida de Hyson Evans?

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16 horas para la medianoche

-Mujeres-suelta Hyson con un resoplido-. Siempre tan indecisas.

Él y Camille acababan de llegar a la Mansión. Hyson sostenía un montón de bolsas Gucci, Prada, Chanel y Louis Vuitton, mientras los guardias de seguridad que contrató cargaban el resto de las bolsas. Se caminaron muchas tiendas de ropa. Hyson perdió la cuenta de cuantas veces pasó la tarjeta por cada vez que Camille exclamaba "quiero esto". No le importaba mientras ella estuviera contenta.

Antes de pasar por dichas tiendas se detuvieron en una peluquería. Hyson y Camille estaban de acuerdo en que si ella saldría, si iba a andar dando vueltas por la fiesta esa noche debía pasar desapercibida, ser irreconocible.

-Cortele el cabello-ordenó, odioso-. Y pintelo de...

-Como yo quiera-replica Camille.

-Como ella quiera-repite Hyson, adoptando un tono más sutil.

Cuando volvieron a la Mansión Camille aparentaba ser una chica de alta cuna: su cabello, antes negro y largo, ahora era castaño claro; Llevaba puesta una braga que moldeaba su flaca figura con unos tacones negros, decorando el conjunto con un bolso más caro que su vida misma.

DULCES MENTIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora