DULCES MENTIRAS

Capítulo Cuarenta y uno

HAIDEN Y KHAISIE

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Haiden

Camille lleva una semana en nuestras vidas, o mejor dicho, en nuestra casa de huéspedes.

Mantenerla oculta a sido un reto, más que nada por el empeño de la tía Jenna en saber porqué estabamos tan interesados en estar al aire libre cuando antes no salíamos de nuestras habitaciones.

-Algo esconden-nos decía-. Están muy juntitos ustedes tres, muy cómplices, y si, no me molesta verlos actuando como familia, no creí estar viva cuando ocurriese, pero díganme la verdad, ¿Hyson está haciendo algo? No me molestaré si son sinceros.

-¡Que te den!-le exclama Hyson a la tía Jenna.

-¿Tienes drogas en esa casa? ¿alguna cosa peor? ¿Peliculas porno, tal vez? Voy a revisar.

-¡No vas a revisar nada! ¡Ven aquí!

Y mientras se mataban entre ellos, Heron y yo nos miramos.

-¿Quieres jugar play?-me preguntó

-Está bien-contesté.

Pedimos un encargo de galletas oreo para nuestra invitada secreta, y después, nos pasamos el rato jugando con los gritos de mi tía y Hyson de fondo.

Esta semana transcurrida liberamos a Camille de preguntas y acusaciones, atendiendo cada uno de nosotros menos Nolan las necesidades específicas que requería nuestra invitada.

Creímos que sería fácil.

Pero no, para nada, en lo absoluto.

Camille solo se ha comportado estos últimos dos días.

Como un niño, mientras más le decimos que está prohibido salir a explorar, más curiosidad tiene. A salido ya tres veces, y gracias a Oprah nadie estuvo cerca en esas ocaciones. Nos comportamos decentemente ante la situación.

Enloquecimos por completo.

Y que no se te acaben las galletas oreo. Se transforma en un animal. Aún intentamos decifrar cuál.

Las buenas noticias son que su lenguaje mejoró considerablemente gracias a las clases de Hyson; aprendió a comer algo más que oreos por obra de Heron; es más femenina por los consejos de Kay y le gusta Twenty One Pilots por mis hábiles sugerencias.

Camille ahora se muestra más confiada, segura, animada y sociable.

Lástima que, al final del día, solo está interesada en lo que tenga a Hyson de por medio.

Mi primo no salía de la casa de huéspedes. Siempre estaba con ella, o hablaba de ella y saboreaba pronunciar su nombre antes de dormir. La parte más confusa era que lo hacía sin darse cuenta. Decir que estaba confundido era poco, y Heron apoyaba mi sentimiento.

No sabíamos si estaba enfermo, si tenía algún problema que no nos ha contado o si piensa que Camille es una mujer bajita con poderes especiales.