Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.

1. Comienza el viaje.

El día por fin había llegado. Rin nuevamente viaja al lado de Sesshomaru, Jaken y Ah-Un. ¡¡Cuántas noches añoró que estos tiempos volvieran!! Más de dos mil noches la nostalgia de su corazón la hizo derramar lágrimas por montón al no saber si esto volvería a repetirse. Estaba tan feliz ahora, que por momentos temía que se tratara de un sueño.

Rin caminaba, contemplando el hermoso paisaje, él siempre elegía los mejores lugares, ¿O es que él hacía que cualquier lugar fuera el mejor? Definitivamente, su presencia podría convertir el lugar más recóndito y tenebroso en un lugar por completo agradable. A su lado se sentía por completo segura. Aunque muchos se refirieran a él como un ser desalmado, frío, sanguinario, la verdad es que ella no podía pensarlo de esa manera.

Habían caminado ya un par de horas, la sonrisa de su hermoso rostro se ha borrado desde hace un rato atrás. Un quejido de dolor escapó de los labios de Rin llamando la atención de Sesshomaru y provocando que se detuviera. Quizá había sido una mala idea volver a pie.. Pero ella deseaba viajar como lo hacían antes. No pudo negárselo. Después de todo, estas travesías quizá no volverían a repetirse.

Sesshomaru: ¿Que pasa Rin?

Rin: (Sentada en el suelo, con un gesto de dolor) Lo siento señor Sesshomaru, no puedo caminar más.

Sesshomaru: Monta a Ah-Un. Podríamos volar para... (Es interrumpido).

Rin: (Alegre) ¡¡¡Ya estoy bien!!! 

El tono de voz de Rin había cambiado muy drásticamente. Hace unos momentos reflejaba dolor y molestia, ahora alivio y alegría. ¿Qué estaba pasando? Gira su cabeza en dirección a dónde ella está, la ve de pie... ¿Corriendo? Si.. Rin se había retrasado un poco, ahora corría para alcanzarlos.

Jaken: Sigues igual de loquita Rin... ¿Qué hago con esto?

Sesshomaru voltea a ver a Jaken ahora, tenía en sus manos un par de sandalias, las mismas que Rin tenía puestas al momento de dejar la aldea.. Eran las sandalias lo que le causaba molestia a Rin, ella prefería andar descalza. Ahora parecía más cómoda y feliz.. Tal y como cuando era una niña.

Caminaron un rato más, hasta que un cielo rojizo anunciaba la llegada del atardecer. El primer día de muchos más estaba a punto de culminar. Jaken, como lo hacía antes, regañaba a Rin con cualquier pretexto y ella lo molestaba ahora a propósito. Definitivamente, nunca dejarían de pelear.. Sesshomaru se detiene en un lugar, a su parecer apropiado.

Jaken: (Se detiene) ¿Vamos a quedarnos aquí? ¿Amo Sesshomaru?

Sesshomaru: Si.

Rin: Señor Jaken hace mucho calor.

Jaken: ¡Claro! ¡Quejándote como siempre! Cómo eres una humana tan débil tienes calor.. Sin embargo, te recuerdo que noso... (Recibe una pedrada).

Sesshomaru se ha molestado con Jaken. ¿Cómo se atrevía a decirle eso? De ninguna manera debía hacerla sentir mal... No deseaba enfocarse en el idiota de su sirviente, ahora su prioridad era Rin, quien trataba de ventilarse únicamente con ayuda de sus manos. Una fina capa de sudor comenzaba a cubrir su piel y ella se veía, notoriamente, un poco incómoda.

Afortunadamente, Sesshomaru se tomó un tiempo para pensar a detalle, en cualquier necesidad que pudiera tener Rin a lo largo de este viaje. No permitiría que por ningún motivo ella llegase a sentirse incómoda. Era lo mínimo que podía hacer luego de haberse alejado de su lado por algunos años, luego de hacerla llorar, luego de no haber atendido a su llamado en alguna ocasión, luego de haberla expuesto a un terrible peligro cuando ella, inocentemente, se encaminó a buscarlo.