Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.

14. Vine a despedirlo.

Rin corre a esconderse entre aquél gran sembradío de flores... ¿Qué había ocurrido? Aún no superaba lo que pasó dos días atrás, antes de ingresar al palacio, y ahora, nuevamente se encontraba en la misma situación.

Está muy apenada con Sesshomaru, no fue su intención que algo así ocurriera. Únicamente quiso agradecerle con un beso en la mejilla por llevarla a ese hermoso lugar, que ahora le entregaba como un regalo, estaba demasiado emocionada, jamás imaginó que él pudiera girar a verla en ese momento.. ¿Por qué tenía que ocurrir?

Sin embargo, parece que él no se molestó esta vez, aún así, no puede evitar sentir mucha pena por lo ocurrido, el sólo recordarlo hace que sus mejillas ardan nuevamente. De seguro su rostro está tan rojo como una manzana.. 

Decidió alejarse de él con el pretexto de cortar algunas flores, sin embargo no puede concentrarse en esa labor, ese recuerdo no se aparta de su mente. Pasa mucho tiempo tratando de tomar valor para estar de nuevo junto a él, sin embargo, luego de casi tres horas no lo consigue.

Sesshomaru: (Acercándose a ella) Rin ¿Has terminado?

Rin estaba completamente distraída en sus pensamientos, al escuchar su voz siente que su corazón cae hasta el suelo y en un instante regresa a su pecho.. Sabe que ha pasado el tiempo, pero no sabe a ciencia cierta cuanto ha transcurrido, quizá sólo algunos minutos o quizás horas... ¿Cuánto tiempo él la ha estado esperando? Tiene un nuevo motivo para sentirse apenada.. Pero no había cortado ni una sola flor, y él se daría cuenta, así que rápidamente tomó la que tenía enfrente... Voltea a ver a Sesshomaru, asiente con la cabeza y sonríe evitando su mirada. 

Sesshomaru la observa, luce un poco angustiada.. Se dio cuenta que rápidamente cortó algo... ¿Le tomó varias horas elegir el botón de una flor con tres hojas? Una de ellas seca por cierto... Si, lo entiende, todo es a causa del incidente ocurrido hace un rato...

Tal parece que no es el único que pensó en eso todo el tiempo. Le indica que es hora de volver al palacio ya que debe dar algunas indicaciones antes de partir, Rin decide marcharse a su habitación, en tanto Sesshomaru busca asegurarse de que Rin tenga todas las atenciones necesarias durante su ausencia.

Desde muy temprano, Rin ha decidido retirar su kimono y usar algo más cómodo que le permita recostarse a descansar. Al caer la noche no logra conciliar el sueño aún pensando en lo ocurrido.. Por momentos recuerda al muchacho herido, se pregunta cómo estará ahora.. Pero la mayor parte del tiempo lo destina a recordar aquél incidente ocurrido con su amo Sesshomaru... Se siente torpe y culpable por lo ocurrido... 

Al fin, el sueño la vence... Sabe que él partirá muy temprano, antes de despuntar el alba, y desea acudir a despedirlo, como siempre lo hacía... Despierta de un sobresalto, ve por la ventana, aún no amanece... ¿Cuánto tiempo estuvo dormida? ¿Ya se habrá marchado el señor Sesshomaru? Busca entre sus prendas algo que la cubra un poco más, afuera hace un poco de frío.. 

Sale de su habitación, observa unos momentos la puerta de enfrente... Va a tocar a su habitación, lo llama, pero él no responde... ¿Aún seguirá en el palacio?... Camina hacia una ventana que muestra el exterior del palacio, logra ver a Ah-Un, por lo cual, presiente que él aún no se ha marchado. 

Decide tomar el riesgo y encaminarse sola a la salida del palacio, esta vez parece recordar el camino. Todo está oscuro, sólo unas pocas partes cuentan con iluminación y al pasar por ahí, es inevitable no sentir que algunas esculturas la observan, tiene miedo. 

Al fin logra llegar al lugar donde Sesshomaru, Jaken, Aki, Takeshi, Bingo, Keiko, Ah-Un y otros tres monstruos de vuelo están reunidos. Los escucha conversar.