¿Qué era lo que sentía ahora? ¿Eso que los humanos llaman celos? No... No sólo era eso. Rin era tan especial para él que no consideraba a absolutamente nadie digno de estar a su lado.
¿Por qué pasó todo este tiempo junto a Takeshi? Lo recordaba, antes de marcharse tuvo un extraño presentimiento al verlos juntos.. una sensación de incomodidad que le acompañó cada maldito segundo a lo largo de estos días. Debía ahora, poner más atención a esa clase de premoniciones.
Sin embargo, él no era nadie para tomar las riendas de la vida de Rin... Al final, ella ya tenía la edad suficiente para tomar sus propias decisiones. Es verdad que eligió estar a su lado, pero... ¿Quién le aseguraba que por ese único motivo ella tenía que reservar su compañía únicamente para él?
Recargado junto a la ventana de se habitación, desde la cual es visible la luna llena, toma nuevamente un gran sorbo de aquel licor servido en su copa. Sale de su habitación y camina unos pasos al frente... Sabe que ella está ahí, desea entrar... Permitirle que ella misma le narre lo ocurrido a lo largo de estos días. Sabe que ella jamás le mentiría.. Pero no, no es apropiado ahora. Es tarde. Rin seguramente está durmiendo.
Regresa a su habitación, ahí está aquel dibujo que ella le regaló en una ocasión, unos cuatro años atrás.. Suspira con nostalgia... Qué rápido pasaba el tiempo... No debía perderlo en estar molesto con Rin. Al amanecer la buscaría para disculparse incluso, (a su manera), por ese desplante que tuvo con ella.
Además, estaba consciente de que Rin, tal vez no estaba completamente cómoda en el palacio. Era poco tiempo aún para adaptarse y dada la amable personalidad de Takeshi, era lógico que en algún momento iniciaran una amistad.
Recuerda algo más que le cala profundamente. ¿Qué era lo que Rin quería mostrarle? Por su enojo en aquél momento no se lo permitió... Imagina su hermoso rostro triste y bebe nuevamente, se culpa a si mismo por causarle pesar, por borrar la sonrisa que tanto se juró hacer lo imposible por preservar.. Alguien toca a su puerta. ¿Qué demonios hacía ella ahí?
Sirve más licor, bebe un gran sorbo más. Nuevamente otro golpe en la puerta de su habitación. ¡Maldita mujer! ¿Qué buscaba a esa hora? Muy a su pesar va a abrir antes de que ella misma entre y desencadene su mal humor.
Sesshomaru: ¿Qué quieres?
Fuji: (Sin pedir autorización ingresa a la habitación). Sesshomaru, creo que... Tengo información que puede interesarte.
Sesshomaru: ¿Que clase de información?
Fuji: Sobre tu protegida.
Sesshomaru: Vete. No me interesa.
Fuji: ¿No te interesa saber que estos días que has estado ausente, ha pasado mucho tiempo con Takeshi?
Sesshomaru: ¿Y eso qué?
Fuji: (Confundida, al parecer a él en verdad no le interesaba esa información.) ¿Mmm? Pues... Creo que algo puediese empezar a surgir entre ellos, parece que se llevan muy bien.
Sesshomaru: ¿Solo a eso has venido?
Fuji: (Suspira) Vaya, veo que no te importa.
Sesshomaru: Hmp.
Fuji: (Haría un último intento) Tampoco querrás saber entonces, de donde la vi entrar y salir apenas te marchaste.
Sesshomaru: No creo que tengas nada interesante que decir.
Fuji: Bueno... ¿Es que no te importa que pase tiempo a solas en la habitación de tu comandante arquero? Vaya... Pensé que la cuidabas más celosamente.
ESTÁS LEYENDO
Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.
Fiksi PenggemarEl día ha llegado. Rin ha tomado la decisión de seguir a Sesshomaru. Él la lleva a vivir consigo a las Tierras del Oeste para protegerla de una nueva amenaza... Rin ya no es la misma niña que viajó a su lado algunos años atrás. Es inevitable, no pen...