Cuando me vaya no oiré la bella lluvia en mí caer.
Hoy partiré en silencio en el tren de la muerte.
Aunque la vida haya sido un suspiro, mi alma es feliz.
Veré la roja luna camino de la muerte.
Plena la aurora están los crisantemos hoy esperándome.
Todo en trozos se rompe, no podré ver tus ojos.-Príncipe Otsu.
Sesshomaru la observa fijamente... No puede evitarlo esta vez, la tristeza y el dolor se manifiestan en su mirada... Era demasiado notorio..
A lo largo de casi mil años, la muerte siempre formó parte de su día a día. Pero cuando encontró el pequeño cuerpo inerte de la niña que inocentemente cuidó de él y trató de ayudarlo cuando estaba herido, su perspectiva de las cosas cambió.. Desde entonces, una extraña sensación se apoderaba de su corazón cada vez que ella mencionaba cualquier cosa alusiva a la muerte.
Algún día se tendría que separar de ella para siempre y no sabía ahora si en verdad sería capaz de soportar ese dolor. ¿Qué iba a hacer una maldita eternidad sin el sonido de su voz? ¿Sin tocar su piel? ¿Sin sentir su frágil cuerpo abrazado al suyo? ¿Sin ver sus ojos ni su sonrisa?... ¿Cómo podría vivir sólo atado a su recuerdo? ¿Si ahora no era capaz siquiera de imaginarlo?
¿Hay algún temor para Sesshomaru?... Por casi un milenio el miedo no tenía cabida en su existencia... Y ahora, su felicidad, su debilidad, la mujer que se llevaría su vida junto con ella, la misma que le enseñó amar, le enseñaría la angustia y el dolor eternos... Era ella su felicidad y la guardiana de sus miedos.
Rin también se ha contagiado de la tristeza de esas palabras... Tras dejar escapar un suspiro, toca la página sobre la cual estaba escrito ese poema que acababa de leer, está a punto de dar vuelta a la hoja para dar lectura al siguiente poema, pero la mano de Sesshomaru se lo ha impedido. Él cierra el libro y Rin voltea a verlo con incertidumbre. En su voz hay un destello de dolor. Incluso ella puede notarlo.
Sesshomaru: ¿Por que elegiste ese poema?
Rin: Bueno, sólo... Continúe donde nos quedamos ayer.
Sesshomaru: Es suficiente por hoy.
Rin: (Lo observa y sonríe con nostalgia) Cuando hace esto, me recuerda a mi padre.
Sesshomaru: (Desconcertado) ¿Por qué?
Rin: Cuando mi papá me enseñó a leer.. Él daba por terminadas mis lecciones así, repentinamente, como usted lo hizo ahora... Y recuerdo que yo lloraba por que quería continuar leyendo... ¿Sabe algo?... Mi abuelo era escribano de un emperador y yo aprendí a leer con viejos pergaminos... Tratados y leyes de los cuales no entendía nada en lo absoluto. (Suspira con tristeza).
Ahora lo entiende.. Leer y escribir no era algo que estuviera al alcance de todos... Ahora que hacía memoria, por las ruinas que vio cuando visitaron el que fuera su hogar, su familia parecía haber sido muy humilde.. Sin duda lo eran... Recuerda aquél viejo kimono que ella llevaba puesto el día que la conoció. Su abuelo fue escribano de algún rey y seguramente transmitió su saber a quien fuera el padre de Rin, y desde temprana edad, él la instruyó a ella.. Su hermosa voz se escucha nuevamente luego de algunos minutos de silencio.
Rin: ¿Sabe señor Sesshomaru? Ya no recuerdo muy bien los rostros de mis papás y de mi hermano... A veces me pregunto... ¿Cómo sería mi vida si ellos no hubieran sido asesinados?.. Fue tan cruel la forma en que...
Sesshomaru: (Acaricia su rostro, se acerca a ella y la besa con ternura. No quiere que esos recuerdos amarguen su día.) Rin... No pienses más en eso.
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Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.
FanfictionEl día ha llegado. Rin ha tomado la decisión de seguir a Sesshomaru. Él la lleva a vivir consigo a las Tierras del Oeste para protegerla de una nueva amenaza... Rin ya no es la misma niña que viajó a su lado algunos años atrás. Es inevitable, no pen...