Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.

56. El mayor temor de Sesshomaru.

ADVERTENCIA: Preparen pañuelos. 😢

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Ante una señal llevada a cabo por parte de la hechicera, una gran legión de demonios se dirige a ellos nuevamente, todos se ponen en guardia, pero en esta ocasión, son kamikazes que llevan consigo una gran cantidad de polvo que esparcen directamente hacia y sobre Sesshomaru. Poco a poco todo su alrededor se cubre de neblina a causa de ese polvo, sólo se escucha la voz de aquella hechicera.

Bruja Majo: Jajajaja. ¡¡Dudo que llegues a salir de ahí!!

Toran/Keiko: ¡Sesshomaru!

Aki/Bingo: ¡Señor Sesshomaru!

Bruja Majo: ¡¡Pronto te reunirás con tu ridículo padre!! ¡¡Muere Sesshomaru!! Como el estúpido bastardo que eres... ¡¡Tú nunca debiste existir!!

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Aquellas voces eran cada vez menos audibles, como si la distancia aumentara rápidamente, sin embargo, no había movimiento alguno... El aroma comenzó a cambiar también, era totalmente distinto a cada instante... Sesshomaru no podía ver, escuchar ni olfatear nada ni a nadie... ¿Acaso estaba en otro lugar? 

En efecto... Luego de algunos minutos la niebla se dispersó por completo... ¿Qué era ese lugar? ¿Dónde demonios estaba? Había un completo silencio... Vio en todas direcciones, no había nada que pudiera darle alguna pista sobre dónde estaba o cómo es que saldría de ahí. ¿Dónde estaban los demás? Seguramente ese era otro de sus sucios trucos... ¡¡Maldita bruja!! ¡¡Era una estúpida si pensaba que podía doblegar a alguien como él!!.. Rin estaba a salvo, y absolutamente nada podía afectarle en este momento.

De repente, luego de caminar unos cuantos pasos, analizando el lugar en busca de alguna pista; Sesshomaru escucha la risa de una niña... Abre muy grandes sus ojos, con gran asombro... Siente que su corazón se encoge un momento... Esa niña es... Su risa... ¡¡Como podría olvidarla!!... Voltea a ver en aquella dirección y le es inevitable no sonreír a la pequeña que salta feliz sosteniendo su peso sobre su pie derecho.

Esa imagen se ha revelado ante él, es Rin cuando era una pequeña niña... La observa temerosa acercarse hacia él, tras unos arbustos su pequeño rostro, temeroso y sucio enfoca su mirada en él... Ella tomando un gran valor, se acerca a observarlo un momento... 

Se acerca nuevamente, un rato después, con un poco de agua y la deja a su lado... Le lleva ahora pescado... Se acerca a él con su rostro golpeado para llevarle nuevamente algo de comer... La ve muerta... La ve llorar... La ve suplicándole que no la deje sola en una aldea... La ve sonreír, caminar a su lado y correr entre las flores... Ve a Kohaku tratando de matarla... La ve cayendo de un precipicio sosteniendo en sus manos la planta milenaria... 

Todo, absolutamente todo lo que ha vivido junto a ella se manifiesta frente a él... ¡Majo era una estúpida! ¿Cómo podría temer a lo que ha vivido junto a ella? Si tenerla a su lado ha sido lo mejor que ha ocurrido a lo largo de su milenaria existencia... 

Con un poco de dolor en su corazón, observa ahora aquella triste despedida en la aldea, luego de la muerte de Naraku, cuando la dejó a cargo de la anciana Kaede.. Los momentos a su lado cuando iba a visitarla... Sonríe al verla temblar de nervios ante su presencia... El primer beso que esa niña de trece años le dio... Logra visualizar ese maldito día cuando la rescató de aquél bandido que quiso abusar de ella... Su viaje camino al palacio, el deseo de besarla instantes antes de entrar... Todo lo vivido con ella a partir de ese momento... Observa ahora, su último contacto con ella.