12. El protocolo de su padre.

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No volvió a ponerse en pie, se cubrió totalmente con las sábanas, como si de esa manera pudiera ocultar esa sensación de tristeza y dolor que se apoderó de ella. De algún modo, sabía que su querido señor Sesshomaru no la vería jamás de una manera especial... Al final, ella sólo deseaba permanecer a su lado por siempre, aunque jamás ocurriera nada más que una breve charla cada día, y una suave caricia como despedida.. En realidad eso le bastaba para ser feliz y mantener la ilusión de vivir un día más...

Pero.. ¿Por qué ahora dolía tanto su corazón?... El imaginar que él besaba y tocaba a esa mujer, que a solas, que le dijera palabras de amor... Jamás ocurriría algo así con ella... Debía aceptarlo.

Por momentos se sentía confundida, pues esa mañana, a su parecer, Keiko y Sesshomaru no se estaban llevando muy bien.. Daba igual.. De cualquier modo, cualquier problema que hubiesen tenido, al parecer ya lo habían solucionado de la mejor manera... No debería sentirse mal al respecto, después de todo, él era un hombre que necesitaba a una mujer de verdad a su lado.. Al final, ella sólo era la niña que lealmente lo seguía.

Esa noche, en  más de una ocasión sus ojos derramaron lágrimas, hasta muy entrada la madrugada... No se dio cuenta a que hora se quedó dormida, abrazando una almohada, imaginando que era él quien estaba a su lado, velando sus sueños, protegiéndola de sus miedos.

Un nuevo día da inicio... No lavó su cara ni usó ropa adecuada para dormir. Su almohada aún estaba un poco mojada a causa de sus lágrimas.

Katia: (Se acerca y se sienta junto a ella, descobijándola.) Pequeña Rin, despierta.. Tu baño está listo.

Rin: Si... (Se queda sentada sobre el futón, bosteza y talla sus ojos constantemente).

Katia: (Retira el cabello de su rostro, observando sus ojos un poco hinchados) ¿Que pasa Rin? ¿No descansaste bien?

Rin: No.. Estuve despierta hasta tarde.

Katia: ¿Lloraste?

Rin: ¿Por qué lo dice?

Katia: Tus ojos están algo hinchados.

Rin: Oh no... Es por.. Por la falta de sueño.

Katia: Y puedo saber... ¿Por qué dormiste tarde?

Rin: Bueno.. Yo.. Sólo... (Voltea a ver en todas direcciones, al final ve unos libros sobre una mesa cercana). Estaba leyendo esos libros y no me di cuenta del paso del tiempo.

Katia: (No muy convencida). Entiendo... ¿Elegiste un kimono para hoy?

Rin: ¡Si! El rosa claro.

Rin se dirige a la habitación de baño, se toma su tiempo para lavar su cuerpo y su cabello. Cuando termina de bañarse, se viste.. Es un kimono nuevo, de los que estaban en la habitación a su llegada. Casi la mitad de las prendas eran color de rosa, en distintas tonalidades. 

Si en verdad el señor Sesshomaru obtuvo esas cosas para ella, ¿Sabía que el color rosa era su favorito? No.. Quizá sólo era una coincidencia... Recuerda que únicamente con Jaken ella sostenía conversaciones sobre los colores, dudaba que él hubiera puesto atención en esas tontas pláticas de niña... Katia cepilla su cabello mientras Rin, sumergida en sus pensamientos, parece ausente.

Rin: Disculpe... ¿Puedo hacerle una pregunta?

Katia: Claro linda.

Rin: (Lo piensa unos instantes y toma aire) La mujer de cabello negro que desayuna en el comedor...

Katia: (Algo sorprendida) ¿Keiko?

Rin: Eh... Sii.... Ella...

Katia: (Preocupada) ¿Que pasa con ella? ¿Te molesto de nuevo?

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora