100. El día de la boda.

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Sí... Sabía que el agua de mar cicatrizaba con más rapidez las heridas, cuando era un niño Katia se lo dijo.. Sabía que la preocupación de Rin por esa herida en su mano era real. Aunque cicatrizara en pocas horas ella siempre se preocuparía por él.. Sabía que ella lo único que podía hacer al verlo herido era tratar de ayudarlo aunque no fuera necesario... Justamente como lo hizo, inocentemente, aquél día en que sus caminos se cruzaron.

Sin embargo, todo cambió al estar ahí, junto a ella, con el agua mojando sus pies, y ella insistiendo en que le permitiera jugar en el mar.. Rin solía elevar su kimono al entrar a pescar a algún río, siempre cuidaba que su ropa no se estropeara.. Esta vez al parecer ella haría lo mismo, pero subió sus ropas más, mucho más de lo debido... Pudo ver perfectamente, por primera vez, sus blancas piernas torneadas.

"Estaba perfectamente consciente, recuerdo bien todo lo que dije e hice." Esas palabras dichas por ella no se apartaban de su mente... Y entonces la observó... Ella elevaba sus ropas, ¿Con qué fin? ¿Provocarlo nuevamente?... Si esas eran sus intenciones lo estaba logrando.

Una ola se dirigía hacia ellos... Una ola de un metro quizá, que si los alcanza mojaría completamente a Rin... ¿Y entonces?... Tendría que verla, completamente empapada, con su piel erizada por la baja temperatura del agua, con sus ropas bien pegadas a su cuerpo.. Podía imaginarla... Lo único que querría en ese momento sería arrancar sus ropas de una vez, tocar, acariciar y besar cada parte de ella.. Ya no podría contenerse más, estaba seguro.

Ella giró ligeramente para recibir de frente esa ola. Y ahí estaba de nuevo, su redondo trasero que imaginaba entonces, con sus ropas mojadas, sin dejar mucho que imaginar... Definitivamente no podía permitir algo así. No era ese el momento, mucho menos el lugar.

Además, pensar que ella era consciente de que lo estaba provocando, pensar que lo hacía intencionalmente... Eso no podía asimilarlo aún... ¿En qué momento ella se dio cuenta de que podría volverlo loco con esas insinuaciones? ¿Es que eso es lo que le había enseñado esa maldita sacerdotisa escandalosa? No suficiente con obligarla a beber licor, seguramente le habló de cosas inapropiadas y le enseñó a actuar de esa forma tan particular. Si, fue por eso que debió poner ese campo de protección, para que nadie se diera cuenta de que en esa pequeña cabaña no se hablaba más que de perdición. ¿Cómo pudo atreverse a corromper la inocencia de su amada humana? Siente rabia al imaginar que pudo haberla incluso "presionado" para que se entregara a él lo antes posible..

Nuevamente observa su mano y la manga de sus ropas... Recuerda a Rin ahí, tirada en el suelo, viéndolo con temor... Poniéndose de pie y alejándose mientras llora.. ¡¡Era su culpa!!... No debió gritarle... Tal vez ella ni siquiera era por completo consciente de lo que hacía.. O tal vez sí trataba de provocarlo, pero también, quizá ella no entendía por qué él la había rechazado hasta ahora... ¡¡Si tan sólo hubiera sabido que ella no estaba tan ebria!! Pudo al menos hablar un poco con ella al respecto.. Pero ya era tarde.

Un idiota, no era más que un grandísimo idiota, el peor estúpido sobre la faz de la tierra... ¿Cómo pudo atreverse a levantarle la voz a Rin?... Tanto se juró hacerla feliz y ella simplemente había dado media vuelta para marcharse llorando.. Un maldito día solamente... Mañana iría por ella para aclarar ese mal entendido... Y a su regreso al palacio mandaría a todos al demonio para quedarse a solas con ella y hacerle saber la decisiones que había tomado en torno a la vida de ambos... Ya no podía perder más tiempo... Un día más solamente.

En la aldea..

Un par de horas después de medio día, todo está listo, cada quien se prepara de la mejor manera para acudir a la tan esperada boda, que promete traer muchas sorpresas... Frente a un pequeño espejo, Rin coloca un poco de pintura sobre sus párpados... Katia le estaba enseñando muchas cosas, entre ellas, la forma correcta de maquillar su rostro.. Sesshomaru insistió en que no era necesario aprender eso, Jaken volvió a mencionar la palabra "pinturrajearse", y Katia molesta les dijo que esto era algo que ella necesitaba aprender... Los dos varones no pudieron protestar más.. 

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora