Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.

20. ¿Me tienes miedo?

Guiado por el rastro del dulce aroma de Rin, recorrió los pasillos del palacio. Al fin llegó a aquél gran salón, ella estuvo ahí minutos antes. Se tomó un tiempo para detenerse a contemplar aquel lugar. Vienen a su mente las palabras de Takeshi: "Ella quiere bailar con usted"... Si ella estuviera presente en ese momento ahí, junto a él, tal vez lo haría. Haría cualquier cosa con tal de verla sonreír y borrar la tristeza y el temor de su rostro. 

Un suave, agradable y fresco aroma llega a sus fosas nasales, voltea a su alrededor, hay floreros con pequeños adornos florales en varios puntos de aquel gran palacio, dándole un toque de calidez. Aquel lugar de toscos guerreros demonios ahora ha sufrido un cambio. Rin tenía razón, hacía falta algo en ese lugar burdo y frío, y ella lo había descubierto.

Nuevamente, un dolor se instala en su pecho. Seguramente, era eso lo que Rin quería mostrarle el día anterior y él por su estúpido enojo, no se lo permitió... Sus frágiles manos no podían haber trasladado esas flores, algunas con espinas, de tal modo que la ayuda de Takeshi si fue necesaria, de lo contrario, no hubiera soportado ver sus manos arañadas nuevamente, como cuando era una niña... Rin... Su pequeña Rin... ¡¡Cuánto deseaba abrazarla con todas sus fuerzas!!

Continuó su camino sin detenerse, se dirigió al jardín, ella estaba ahí... ¿Arriba de un árbol?... La observó curioso, ¿Qué hacia Rin arriba de un árbol?... Luego de unos instantes se dio cuenta de lo ocurrido. Un polluelo cayó de su nido y ella lo llevó de vuelta, era muy pequeño para volar aún... Nuevamente se cuestionó, ¿Qué hacia un alma tan bondadosa con un sanguinario demonio? 

La observó por varios minutos, en espera de encontrar el momento más oportuno para acercarse a ella.

Luego de caminar un largo rato por aquel inmenso jardín, Rin se detuvo, cortó una margarita, comenzó a arrancar sus pétalos, uno por uno... Sesshomaru recordó que lo mismo hizo ella, cuando recién se unió a su viaje, lo hacía para saber si se quedaría a su lado o no... Era absurdo que una simple flor pudiera brindarle una respuesta. Pero eran sus creencias quizá, o juegos tal vez... Jamás le molestó nada que proviniera de ella.. Todo ese conjunto de cosas extrañas que ella hace le han parecido interesantes y adorables. ¿Qué le preguntaba ahora a la flor? Sólo dos palabras salían de su boca: "si" "no". El último pétalo fue un "si" y en su rostro se reflejó nuevamente la tristeza. No soportaba verla más tiempo así. 

Sesshomaru: ¡Rin!

Rin: (Se pone de pie inmediatamente, parece asustada.) ¡Señor Sesshomaru!

Sesshomaru avanza, trata de acercarse a ella pero Rin retrocede. ¿En verdad estaba temerosa de él? No podía evitar sentir un dolor punzante en su pecho al ver la reacción que Rin mostraba ante él. La misma Rin que ayer corrió alegre a su encuentro, abrazándolo con entusiasmo, ahora retrocedía ante su presencia... Parecía temerosa de que él pudiera dañarla... Jamas podría atreverse. Opta por detener sus pasos y sentarse junto a un árbol, Rin permanece de pie viéndolo.

Sesshomaru: ¿Por qué te fuiste así?

Rin: (No sabe que decir) Yo... Es que... (Gira a ver a ambos lados, piensa en un pretexto. Al fin baja su mirada y de nuevo observa sus pies). Me fui porque estaba descalza.

Sesshomaru: (Voltea a ver sus pies) Aún lo estás.

Rin: (Ve sus pies de nuevo, se siente muy apenada por dar tan tonta excusa) Bueno, es que...

Sesshomaru: Rin acércate. (No lo hace, parece dudar). ¿Qué pasa? ¿Me tienes miedo?

Rin lo observa unos instantes. Por supuesto que le sorprendió y asustó verlo amenazando de esa manera a Fuji, no entendía sus motivos. Ella suplicaba piedad y a él parecía no importarle.. Pero... En el fondo, sabía que a ella jamás la dañaría. Siempre ha sido protector, amable, respetuoso y gentil con ella.. No podía temerle al hombre que más quería en el mundo... Niega con la cabeza, suspira y avanza lentamente, se sienta a un costado, quedando de frente a él.