82. Tú mereces todo.

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Apenas comienza a despuntar el alba... Rin abre sus ojos e inmediatamente se incorpora... Toda la noche ha tenido sueños extraños donde Sesshomaru la toca, la acaricia, donde está desnuda frente a él... A decir verdad no ha dormido muy bien... Se siente demasiado apenada aún... Recuerda entonces que él le dijo que hoy la vería a primera hora pues pasarían todo el día juntos... Ahora no se siente del todo segura... ¿Cómo podrá verlo a la cara después de todo lo que ha soñado con él?

Da vueltas sobre el futón y no logra conciliar el sueño nuevamente. Se pone de pie y quizá lo mejor sea tomar un baño... Recuerda extraños comentarios que ha escuchado a los aldeanos, sobre "bañarse con agua fría para bajar el deseo".. ¿Se referían a esta clase de deseos? No perdía nada con intentarlo.

Obedeciendo a esa rara idea, toma un baño con agua muy fría... Debió hacer caso omiso y mejor sobrellevar de otra manera sus pensamientos... Ahora todo su cuerpo tiembla por la baja temperatura del agua. Hace lo posible por terminar rápido con esto, pero sus manos y sus dedos no responden de inmediato a las órdenes de su cerebro. En fin.

Envuelta en una toalla se dirige a buscar el kimono que usará hoy... El color rojo le llama la atención está ocasión... Un Obi blanco, aretes plateados y el collar con el dije de un caballito de mar que se ha convertido en uno de sus favoritos. Cepilla su cabello, coloca aceites en su piel, loción en sus ropas... Hay mucho tiempo aún..

Sentada, frente al tocador, voltea hacia todos lados para ver las cosas que hay en su habitación, se dirige al mueble donde hay varios libros que aún no lee. Se dirige hacia ese rumbo, toma el primero que ha llamado su atención por su color rosa y unas flores de cerezo dibujadas en el lomo. ¿Poemas? Lo abre en cualquier página y comienza a leer.

"Estamos tan cerca
uno del otro
que veo mi reflejo en sus pupilas.
Pero dura poco.
Ya se aleja.
La vida hace que estas cosas
sean escasas
a propósito.
Para que me levante
cada mañana
a buscarte otra vez."

Rin sonríe, alguien se ha hecho presente en sus pensamientos mientras leía... Tal vez podría leer poemas para él... Palabras ordenadas de tal manera que formaban hermosos textos que le expresarían un poco del amor que sentía por él...

Lee uno, dos, tres poemas más.. La puerta de su habitación se abre y rápidamente se pone de pie, no puede evitar sentir que los nervios se apoderan de ella en un instante.. Sin embargo, se trata de Katia, Rin suspira aliviada.

Katia: (Sorprendida) Rin, ya estás de pie.

Rin: Si, desperté hace un rato ya.

Katia: Ya veo... Te has bañado y cambiado ya.

Rin: Si..

Katia: (Pregunta con curiosidad) ¿Por que te noto tan nerviosa?

Rin: (Nerviosa, por cierto) ¿A mí? ¡Noooo! Jejeje debe ser tu imaginación jejeje.

Katia: ¿Tiene que ver con Sesshomaru?

Rin: ¡Noooo como crees! ¿Por qué temería al amo Sesshomaru? ¡De ninguna manera! (Se cae el libro de sus manos)

Katia: (Sonríe) Bien, te creeré.. ¿Sabes? Aún hay tiempo por delante... ¿Por qué no te enseño algo?

Rin: (Curiosa) ¿Enseñarme algo?

Katia: ¡Si! Ven, siéntate... Vamos a maquillarte.. Y así también podrías comentarme cómo fueron tus días en la aldea de los humanos.

Rin: (Sonrojada al recordar lo ocurrido con Sesshomaru) Eh.. Si.. Pero Katia, no me gusta maquillarme.

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora