84. Invitación.

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Sesshomaru camina y Rin le sigue, regresa corriendo por el libro que ha olvidado. Y corre a toda prisa para alcanzar de nuevo a su querido amo Sesshomaru. Él se muestra inconforme y molesto. ¿Quien podría ser la persona que fue a visitarla? Voltea hacia arriba pero no logra divisar nada... ¿Era acaso sólo un pretexto? ¿Qué es lo que él iba a preguntarle? Por un momento sonríe y se emociona. Imagina que sería una propuesta para unir sus vidas... Pero no.. Al instante descarta ese pensamiento.. Es imposible.. No quiere ilusionarse con algo así.. No entiende que está pasando.

Rin corre nuevamente para alcanzarlo.. Camina ahora tras de Sesshomaru, aferrándose a ese libro de poemas, con su mirada baja, perdida en sus pensamientos. Se dirigen al exterior del jardín. 

La situación vivida anteriormente da vueltas en su cabeza y no le permite pensar con claridad en nada más. No es consciente de cuánto han avanzado, cuánto han caminado o a dónde se dirigen... La forma en que él le habló, con tanta sinceridad, sobre algo que verdaderamente debió ser difícil para él: sus sentimientos... 

¿Por qué él le dijo esas cosas tan hermosas? ¿Que es lo que iba a preguntarle? ¿Por qué le dijo que no permitiría que se echara para atrás? ¿Sería algo malo? ¿Acaso todo esto derivó por el poema que leyó?.. Quizás él sólo quiso disipar su nostalgia, la nostalgia de ambos al pensar que algún día tendrían que despedirse para siempre.

Al fin, luego de caminar por algunos minutos, han salido del jardín... Rin está tan distraída que no se da cuenta de que Sesshomaru, quien aún camina frente a ella, ha detenido su andar. La despistada joven choca contra la espalda del poderoso demonio y se da un golpe en la frente con el metal de su armadura. Sesshomaru, preocupado, voltea a verla.

Sesshomaru: ¿Estás bien Rin?

Rin: (Muy apenada, baja su cabeza) Si... Si... Perdón, no vi por dónde iba.

Sesshomaru: (Retira el flequillo de su frente para cerciorarse de que no se ha lastimado). ¿Por que venías distraída?

Contrario a lo que imagina de su dulce y amada humana, ella voltea a verla con... ¿Molestia?

Rin: ¿Le parece poco?

Sesshomaru: (Completamente desconcertado) ¿¿Mmm??

Rin: (Comienza a reclamar) ¡¡Me ha dejado por completo consternada!! ¿¿Qué es lo que quiere preguntarme??

Sesshomaru: (Suspira) Te dije que lo haría después.

Rin: ¿Por qué no ahora?

Sesshomaru: (Frunce el ceño y nuevamente ve hacia arriba) Por que no quiero interrupciones.

Rin: (Nuevamente dirige su mirada al cielo, no logra ver nada) ¡¡Pero no hay nadie aquí señor Sesshomaru!!

Sesshomaru: No, pero en unos instantes más llegará.

Rin se acerca a él y coloca sus manos sobre su pecho. Lo ve de una forma tan tierna que Sesshomaru sabe que no podrá resistirse. Se da cuenta del chantaje. Trata de no mirarla porque sabe que cederá a la brevedad.

Rin: (Le habla con muy dulce voz) Por favor... Quiero saber qué iba a preguntarme... Por favor.

Sonríe en sus adentros... ¿Qué pasó con el temible Sesshomaru?... Ahora sólo tiene un gran deseo de abrazarla y mimarla hasta que desaparezca esa cara de puchero. Pero si lo hace, sabe que cederá a responder a sus preguntas.

Sesshomaru: Rin en otra ocasión será.

Rin: (Ligeramente, ella jalonea sus ropas) ¡¡¡Nooo!!! ¡¡¡Quiero que me lo diga ahora!!! Además...

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora