43. No quiero ver más muertes.

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La batalla ha terminado. Keiko faltó a las condiciones establecidas en un principio, y en un acto desesperado ante su tan notoria debilidad, usó veneno contra su oponente y por ello ha perdido la batalla...

Keiko y Kohaku se encuentran heridos e inconscientes. 

Aki se apresura a correr en aquella dirección para auxiliar a la mujer que yace sobre el suelo... Aún sin razón de si misma en su rostro hay un gesto de angustia... ¡¡Cuánto no hizo antes por evitarle esto!! ¡¡Era una mujer tonta y necia!! La carga entre sus brazos y sus ropas rápidamente se impregnan de sangre... 

Los latidos de su corazón son más débiles y forzados a cada segundo que pasa.. No puede perder más tiempo... Corre a toda velocidad para llevarla a la enfermería.. Deben atenderla inmediatamente para salvarla.. Porque.. ¡Pueden salvarla!.. ¿O no?.. No era este el final que quería para la niña torpe y caprichosa que lo hizo desesperar tantas veces mientras le enseñaba el arte de la guerra... Cierto es que quizá lo merecía.. Pero no quería verla partir.. No ahora.. No así..

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Al mismo tiempo, al ver a Kohaku inconsciente, Rin voltea a ver a Takeshi.. No hace falta decir nada, esa mirada de terror en ella revela el miedo de que quizá el muchacho no sobreviva.. Takeshi la carga entre sus brazos y Rin se abraza a él con todas sus fuerzas. No por miedo a caer, sino por el temor a que Kohaku pueda perder la vida. Takeshi corre a toda velocidad a donde ambos cuerpos inconscientes se encuentran.

A pocos metros antes de llegar a donde el cuerpo del exterminador se encuentra, Rin desesperadamente suelta a Takeshi, él se detiene y con cuidado la ayuda a posar sus pies en el suelo.. "Ayúdalo por favor".. Su dulce voz cargada de angustia y súplica le taladran el corazón.. No quiere verla sufrir.. Se dirige hacia el cuerpo del muchacho y lo carga para trasladarlo a la enfermería.. 

Sólo hay un médico y dos heridos... Al ver el estado en que se encuentra Keiko, decide que es mejor que primero la atiendan a ella.. Kohaku está herido, pero quizá tenga más oportunidad de sobrevivir dado que la sangre de su cuerpo no está brotando a chorros como ocurre con la comandante.

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Rin se suelta de Takeshi pocos metros antes de alcanzar el cuerpo de Kohaku.. "Ayúdalo por favor".. Le suplica, le implora ayudar a su gran amigo, al joven que la ha acompañado y apoyado por tanto tiempo, al niño que cuando conoció, inmediatamente lo relacionó con su hermano, y por ello le tomó un gran afecto inmediatamente.

Las armas de Kohaku no están lejos, así que Rin presurosa corre a recogerlas.. Toma una daga, sus cadenas, arrastra su oz con dificultad.. Takeshi la espera, le indica a un soldado que ayude a Rin con la pesada arma del joven humano, el soldado sin dudarlo lo hace.. 

Rin está muy nerviosa por la situación de Kohaku, sus manos tiemblan y la daga cae de sus manos... Se agacha a recogerla... Siente una extraña sensación, como si alguien la observara.. Gira a su derecha, un poco hacia atrás y ahí esta él.. No sabe en qué momento llegó Sesshomaru o cuánto tiempo la ha observado.. Sus miradas hacen contacto por algunos segundos, luego ella aparta la mirada y se marcha junto a Takeshi, Kohaku y ese soldado.

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Sesshomaru observó a Takeshi con demasiada molestia.. ¿Cómo se atrevió ese maldito a tocarla así? ¿A cargarla de esa manera?... Siente una profunda rabia.. No pierde de vista a Rin.. Mientras el idiota va a levantar el cuerpo del otro idiota, Rin busca y lleva consigo las armas de Kohaku.. Un soldado la ayuda a cargar esa oz que parecía causarle dificultad.. 

Sus pequeñas manos tiemblan, está nerviosa seguramente... La daga cae de sus manos y ella se agacha a recogerla.. Después voltea a verlo, sus miradas se conectan por unos instantes.. Luego ella desvía su mirada, da media vuelta y se marcha... ¡¡Cómo desea ir tras ella!! Necesita aclarar ese estúpido malentendido y tenerla entre sus brazos nuevamente... Ella seguramente lo necesita tanto como él a ella...

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora