Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.

7. Eres tan linda.

Rin camina por los pasillos del gran palacio siguiendo a esa mujer que la dirigirá a la que será su habitación de ahora en adelante. Nunca antes tuvo una habitación para ella sola... Sólo llevaba unas cuantas cosas consigo, que por el momento estaban extraviadas. No pensó siquiera en llevar una cobija o algo con que arroparse. Quizá sus días en ese lugar, si serían un poco difíciles, después de todo. Voltea a ver hacia la entrada del palacio, el señor Sesshomaru ya no está ahí.

--Flashback--

Rin: Señor Jaken.

Jaken: ¿Ahora qué?

Rin: ¿Cómo es la vida del amo Sesshomaru en el palacio? Es decir, ¿Qué cosas hace?

Jaken: ¡¡Muchas!! Es un hombre muy ocupado.

Rin: Pero... Podré convivir con él, ¿verdad?

Jaken: No lo sé Rin, a veces pasan días enteros sin que yo mismo, que soy su mano derecha, pueda verlo.

Rin: Entonces... ¿Cree que yo también pase muchos días sin verlo?

Jaken: Muy probablemente Rin.

Rin: (Suspira con tristeza) Entiendo.

Jaken: Ya duérmete.

Rin: Pero.. aún no llega el amo Sesshomaru.

Jaken: ¡¡Ni llegará!! ¿No ves que fue a buscar al viejito Totosai?

Rin: Dijo que no tardaría mucho.

Jaken: ¡¡Dijo eso para que no hicieras tantas preguntas!! ¡¡Ya duérmete!!

Rin: Si..

--Fin del flashback--

Recuerda, que días atrás, mientras viajaban camino al palacio, Jaken le expresó que Sesshomaru se mantenía muy ocupado, que podrían pasar días sin verle... ¿En verdad sería así? Quiso pensar que Jaken exageraba, pero a pocos minutos de llegar, él ya se había marchado a reunirse con aquella personas, dejándola al cuidado de esa mujer... Parecía agradable, le ha sonreído en repetidas ocasiones, las mismas que la ha volteado a ver con gran curiosidad. Rin no puede evitar sentirse un poco incómoda.

En un intento de distraer su mente, Rin observa hacia todos lados, el lugar es enorme, piensa que, de ir sola, se perderá... Hay tantos muebles, tantas habitaciones, tantas esculturas, artesanías... ¡¡Todo es hermoso!!... Pero, pese a la gran elegancia, Rin siente que algo falta ahí... Mientras camina, a través de las ventanas logra ver un poco hacia afuera, se pregunta cómo era posible que ella no podía ver ese hermoso lugar aún estando al pie de la montaña... Han caminado por varios minutos y tal parece que aún no llegan a la habitación. De repente, siente un poco de temor. ¿Y si esa mujer fingía amabilidad para dañarla? La sigue pero tratando de mantener un poco más de distancia. Katia se da cuenta de ello y le habla para romper esa tensión.

Katia: Ya casi llegamos señorita.

Rin: ¿Eh? Si.

Caminaron un poco más, hasta llegar a un lugar algo distinto a los demás. Se trataba de un largo pasillo con varias puertas.

Rin: Son muchas habitaciones.

Katia: Si.. Aquí duermen algunas de las personas más allegadas al ni.. (Sonríe algo apenada) Al joven Sesshomaru.

Rin: (¿Lo iba a llamar niño? Tal vez escuchó mal, si, seguramente.) ¿Mmm? Espero no confundirme... 

Katia: No lo creo.

Rin: ¿Cuál de estas será mi habitación?

Katia: La tuya es especial.

Rin: (Confundida) ¿Especial? ¿Qué quiere decir con eso?