La esfera naranja comienza a moverse, tiembla con fuerza a la vez que un humo gris comienza a brotar de ella... Todos se alarma ante esto, preparan sus armas y se ponen en guardia. De repente, ante el asombro de todos, la esfera se rompe.. Una espesa neblina inunda el lugar, por fortuna Takeshi y Rin no se encuentran ahí... Para su sorpresa, en pocos segundos la neblina se dispersa y deja ver una silueta... Se trata de una cabellera plateada, un semblante amenazador... Sesshomaru tiene en su mano derecha a Bakusaiga empuñada, listo para atacar... El humo se dispersa poco a poco y las manos de Keiko son visibles, se aferran al torso del Lord...
Antes de salir de ahí, Keiko pudo ver el rostro de su padre ante ella, acobardándose y aferrándose a Sesshomaru buscando protección, siendo más o menos animada por él para superar ese temor... Pero para Aki parecía ser muy distinto el motivo por el cual se presentaban de esta manera. A su parecer, Keiko no desaprovechó la oportunidad de estar junto a Sesshomaru en completa privacidad.. ¿Quién podría molestarlos dentro de esa maldita esfera? Seguramente habría tratado de seducirlo en más de una ocasión.. ¿Por qué lo creía? La forma en que se presentaban dejaba mucho que pensar.
Jaken: (Molesto) ¡¡¡Oye tuuuu!!! ¡¡¡Ya Suéltalo garrapata!!!
Keiko lo suelta lentamente, como si fuera algo muy difícil de hacer.. Es que no lo deseaba... Aki la observa y al ver su actitud decide que es mejor retirarse... Se había preocupado por Keiko, mientras ella sólo buscaba, a su parecer, aprovechar la situación para estar cerca de Sesshomaru.. ¡¡Qué estúpido se sentía!!
Aki: Bienvenidos Lord y... Comandante... Con permiso.
Con paso firme y veloz camina para alejarse lo más rápido posible de ese lugar. No quería su presencia cerca.. No era más que una completo desperdicio el tiempo invertido en charlas y consejos para hacerla recuperar la confianza y el respeto por si misma.
Casi a punto de llegar a la salida del palacio, escuchó a Keiko gritar su nombre... ¿Para que demonios? Decidió ignorarla... Esa chiquilla tonta definitivamente no tenía remedio... Siempre estaría buscando cualquier oportunidad de estar cerca de Sesshomaru, como siempre lo hizo...
Llegó al pie del campo de entrenamiento donde le correspondía entrenar.. Era tarde, ya no había nadie ahí... Se sentó bajo la sombra de un frondoso árbol con 500 años de antigüedad... (El mismo árbol que ella le ayudó a sembrar, muy a regañadientes, todo porque él había reparado esa espada suya que se había roto... )Se encontraba molesto, y aunque no tendría por qué puesto que ella no era nada suyo, se sentía traicionado y se consideraba a si mismo como un completo idiota por creer en Keiko.
Pensó que nada podía marchar peor cuando vio a esa mujer de cabellos azul celeste acercándose a él... ¿Qué demonios quería?.. Conociéndola, seguramente sólo iba a fastidiarlo.
Toran: Estás molesto, ¿Verdad?
Aki: (Molesto, voltea a ver hacia otra dirección) No creo que sea tu problema Toran.
Toran: Es verdad, no lo es... Pero te lo digo por la "gran amistad" que alguna vez existió.. Aki, deberías tener en cuenta que esa mujer nunca va a cambiar.
Aki: Hmp. No sé de qué hablas.
Toran: Convivimos por mucho tiempo Aki...
Aki: ¿Y que?
Toran: Te conozco y... Siempre lo supe... Siempre supe que la veías de forma diferente... Tenías muchas atenciones con ella... Fuiste más que obvio.. Aunque al parecer, ella fue la única que no lo notó.
Aki: Hmp.
Era verdad recuerda el momento en que esa niña se presentó ante él, 900 años atrás, solicitando ser su aprendiz, con una espada rota en tres pedazos... Tras conocer lo ocurrido en su entonces corta existencia, el desprecio de su padre y su cruel muerte ante sus ojos, él puso más empeño y atención en su adiestramiento. Siempre intentaba hacerla ver las cosas desde otra perspectiva, pero era difícil lograrlo...
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Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.
FanficEl día ha llegado. Rin ha tomado la decisión de seguir a Sesshomaru. Él la lleva a vivir consigo a las Tierras del Oeste para protegerla de una nueva amenaza... Rin ya no es la misma niña que viajó a su lado algunos años atrás. Es inevitable, no pen...