88. Por verte feliz.

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Rin: ¿Hay algo que quiera decirme?

Sesshomaru: No. No ahora.

Había algo que él trataba de decirle, estaba segura de ello. ¿Por qué no lo hacía? ¿Tan malas eran las noticias que tenía que darle? ¿O por qué lo evitaba?... Se siente molesta nuevamente, él no tenía intención de decirle nada.

Sin decir más, dirige una última mirada a Sesshomaru, da media vuelta y comienza a caminar a paso firme y veloz, ingresa al palacio con intención de dirigirse hacia los dormitorios.. Después de esto está consciente de que muy probablemente no asistan a la boda de Aome e InuYasha, pero ya no importa ahora, sólo quiere estar sola en su habitación.

Sesshomaru notó bien lo que ella le expresaba en esa mirada, entendía su coraje y frustración, pero... ¿Ella lo entendería a él?... No iba a hablarle sobre esto en estas circunstancias ni en ese lugar, ella estaba molesta y no le permitiría expresarse como deseaba.. De por sí era tan difícil... Lo primero era cambiar ese mal humor en ella... Sabía bien de qué manera hacerlo... Tal vez después, lejos de ahí, todo sería más sencillo.

Sigue su rastro, ingresa por una ventana al palacio para alcanzarla lo más pronto posible.. Ahí está, caminando a prisa, soteniendo con su mano derecha un ramo de flores sin delicadeza alguna, y apretando el puño de su mano izquierda... Va caminando rápidamente, con su hermosa carita enojada.. Verla así sólo le hace desear comérsela a besos hasta que por fin sonría... Ella se da cuenta de su presencia, que él camina en dirección a ella. Lo ignora y sigue su camino a toda prisa.

Sesshomaru: ¡Rin! (Ella sigue avanzando) ¡Rin! (Apresura sus pasos para alcanzarla) ¡Rin! (Al darse cuenta, ella camina más rápido. Sesshomaru gruñe y levanta su voz.) ¡¡¡RIN!!!

Al llegar a las escaleras que conectan con el pasillo que los dirigirá a sus respectivas habitaciones, Rin sube las escaleras a toda velocidad. Sesshomaru únicamente la observa. ¿Por qué estaba tan molesta? Demasiado molesta como para no prestarle atención alguna.. 

Suspira algo frustrado... Desde su regreso han tenido ya algunas pequeñas discusiones. Si no fuera por Bingo, ella ahora estaría feliz entre sus brazos, está seguro de ello... ¿¿O no??.. No... El palacio no era el lugar apropiado para hablar sobre esto. 

Rin ha girado a la derecha para dirigirse a su habitación. Sesshomaru eleva sus pies, vuela lo suficientemente rápido para alcanzarla. Rin está a punto de deslizar la puerta para ingresar a su habitación, cuando Sesshomaru aparece junto a ella y sujeta su mano, impidiéndole avanzar.

Sesshomaru: Rin escúchame.

Rin: (Segura de que ya no irán a ningún lugar) No, debo entrar a ordenar mis cosas y por el barril.

Sesshomaru: (Comienza a molestarse, la ve con gran seriedad.) No lo harás.

Rin: (Sorprendida por la forma en que él la ve ahora) ¿Qué?

Sin permitirle decir nada más, Sesshomaru toma su brazo, la atrae hacia su habitación, desliza la puerta y la obliga a entrar. Un tenue lamento escapa de los labios de Rin.. Ella trataba de safarse de su agarre.. ¿La lastimó? ¿Es que no midió su fuerza?.. Un lamento más, tenue quizá, pero perfectamente audible para él.. Inmediatamente suelta su frágil brazo, ella rápidamente comienza a frotarlo, en su rostro hay un gesto de dolor...

Sesshomaru: (Preocupado) Rin... ¿Estás bien?

Rin: (Sobando su brazo) ¡¡No!! ¿Qué le pasa? ¿Por qué me forzó a entrar aquí de esa manera?

Sesshomaru: Porque si te lo pedía amablemente no lo harías... (Ella lo ve un momento y luego agacha su mirada. Sigue frotando su brazo, al parecer en verdad le duele.) ¿Te lastimé?

Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora