Han transcurrido ya nueve días luego de la visita de Kohaku... Esta noche serán esas extrañas reuniones de los que el día de mañana se convertirán en marido y mujer.
Cuando Jaken recibió la invitación a la boda, se indignó, pero instantes después se mostró entusiasmado al pensar en los grandes banquetes que se sirven en las bodas...
Aki no entendía muy bien el por qué había recibido él una invitación, pero le alegraba profundamente el hecho de que el joven InuYasha decidiera compartir su vida al lado de una mujer que lo hiciera feliz.. Después de todo, no fue una mala decisión el entregarle esa peineta nupcial que su anterior Lord le confió ordenar elaborar para la mujer humana que cautivó su corazón, y con la cual deseaba contraer nupcias bajo las tradiciones humanas.. Tristemente sus planes jamás se llevaron a cabo.
Las uniones matrimoniales le transmitían siempre gran nostalgia... Recuerdos milenarios se apoderaban de sus recuerdos.. Suki... ¿Cómo sería su vida si ella no hubiera muerto?... Seguramente no estaría ahí sentado, molesto con la mujer que a lo lejos ve pasar.
Keiko había tratado de acercarse a Sesshomaru, presentar la dimisión de las filas de su ejército.. Ya no se sentía animada ni capaz de comandar a ese batallón... Sólo deseaba alejarse de todo y de todos... Permanecer ahí, siendo ahora ignorada por el único hombre que se ha preocupado por ella, en verdad le causa una gran aflicción... Y él ni siquiera había mostrado disponibilidad para charlar con ella.. Sin embargo, no había podido renunciar aún... Sesshomaru nunca tenía tiempo para atenderla.
Cada ser perteneciente a ese gran palacio de las Tierras del Oeste desarrollaba sus actividades con normalidad.. Sólo eran algunos pocos quienes sabían respecto a la muy pronta unión matrimonial del medio hermano del Lord.
Rin se ha mostrado demasiado feliz desde el día que ha recibido la invitación y ha estado muy distraída a lo largo de este tiempo. Pocas oportunidades ha tenido Sesshomaru para conversar con ella debido a sus constantes salidas del palacio. ¿A dónde iba cada día luego del desayuno? Este día en específico, le dijo a Rin que a su regreso, después del mediodía, se reuniría con ella.
Rin corta algunas flores para llevarlas a su habitación. Se detiene un momento a contemplar el descender del Sol, ahora siente un poco de nostalgia. De algún modo, desearía estar en esa noche de chicas de la que Kohaku habló, sin embargo, no ha tenido oportunidad para tratar de convencer a su querido señor Sesshomaru. ¿Dónde estará él ahora? ¿Por qué se ha ausentado de forma tan misteriosa? Suspira y da media vuelta para marcharse a su habitación. Conforme avanza algunos pasos, sus esperanzas incluso de asistir a la boda se desvanecen.
Sesshomaru: (Desciende a pocos metros de ella) ¡Rin!
Rin: (Voltea hacia atrás) ¡¡Señor Sesshomaru!! Pensé que llegaría más tarde.
Contrario a otras ocasiones, él nota su completa falta de entusiasmo. No lo ha saludado con su característica alegría, y su sonrisa es muy evidentemente falsa.
Sesshomaru: (Se acerca a ella) ¿Que ocurre?
Rin: ¿Mmm? Nada, ¿Por qué?
Sesshomaru: Luces muy... Desanimada.
Rin: (Trata de sonreír, no quisiera molestarlo con sus caprichos.) No, debe ser su imaginación.
La verdad es que él cree conocer el motivo de ese estado de ánimo tan decaído en ella. Se acerca un poco más y con delicadeza, acaricia su mejilla.
Sesshomaru: Es por esa reunión de Aome. ¿No es así?
Rin: (Sorprendida, trata de no evidenciarse.) Yo... No.. No es eso. (Sonríe).
ESTÁS LEYENDO
Con el señor Sesshomaru para siempre. PARTE 3.
FanficEl día ha llegado. Rin ha tomado la decisión de seguir a Sesshomaru. Él la lleva a vivir consigo a las Tierras del Oeste para protegerla de una nueva amenaza... Rin ya no es la misma niña que viajó a su lado algunos años atrás. Es inevitable, no pen...