Empezaba a oscurecer, aún no era la hora de salida pero había quedado de cenar con Narcissa, por lo que se iría.
Tomó su saco y salió, justo cuando abrió la puerta su pelirroja asistente asestaba un tremendo golpe a la computadora muggle que tenía. Sonrió complacido.
Le había mandado a hacer algo muy difícil para una bruja que resolvía todo con magia, sabía que lo que más le molestaba era haber podido participar en la batalla de Hogwarts, ser parte del ejército de Dumbledore.... y no poder con algo muggle...
—La máquina no tiene culpa de tu estupidez —ironizó parándose a su espalda—.
Ella giró la silla y lo encaró.
—Deja eso, llamaré a Rubén para que lo haga... creo que él si es una persona inteligente... —la tomó de la quijada haciendo un poco de presión al pronunciar aquello—. Sólo una tonta es capaz de llamarme imbécil...
—¡Basta! —se paró Ginny. No permitiría que el hombre siguiera con el hiriente juego—. ¡No se le ocurra volver a insultarme! ¿Escuchó? Estoy harta de que me diga cosas...
—¡Yo te hablo como se me pegue la gana! —gritó intentando tomarla del cuello para pegarla a la pared, pero Ginny le asestó una gran patada en los bajos que lo hizo soltarla para protegerse esa zona tan sensible.
—¡Hija de Perra!
Estalló al tiempo que ella aprovechó a sacar su varita y lo apuntó ferozmente.
—¡No vuelva a ponerme una mano encima!
—¡Que graciosa! —se mofó el mago quitándose las manos de su miembro—. Sé mucho más magia que Potter y tú juntos... Magia oscura... Conjuros que nunca has escuchado nombrar.
Mientras hablaba comenzó a acercarse peligrosamente. Ginny retrocedió pero sabía que pronto alcanzaría la pared... con todo era una excelente bruja.
—¡Desmaius! —soltó, pero... no supo cómo ni cuándo, el rubio sacó su varita y lanzó un contra hechizo que jamás había oído, fue tan grande, oscuro y poderoso que Ginny salió despedida hacia atrás e impactó fuertemente con la pared, quedando sentada.
No pudo levantarse.
Lucius Malfoy se acercó lentamente, nuevamente la tomó de la quijada y la obligó a levantarse sin despegarse de la pared recargando todo su peso en ella.
—Eres una maldita hija de perra... —siseó con la mirada llena de furia y apretándola tan fuerte que Ginny pensó que se quedaría sin boca
—Lo... odio... —balbuceó luchando por no llorar—. No sabe... cuanto lo odio... pedazo de mierda...
Apenas hubo pronunciado la última palabra cuando sintió la mano de Lucius cerrarse aún más, cerró los ojos y esperó su ira.
Esperó sentir una bofetada... un golpe... pero en vez de eso... sus labios fueron atrapados por los cálidos cerezos del hombre.
¿Qué estaba haciendo?
Acababa de ofenderlo y estaba... ¿besándola?
Trató de zafarse pero aquel hombre no planeaba devolverle sus labios tan pronto... Tiró de su largo cabello rojo arrancándole un pequeño grito que no desaprovechó para meter su lengua...
¡Por Merlín! ese hombre sí que sabía lo que hacía.
Ginny experimentó algo que jamás había sentido, una calidez que le corrió todo el cuerpo... Quería más de ese hombre, mucho más... Lo deseaba... deseaba tener el valor para enredar sus manos en la fina cabellera rubia...
El cabello le dolía, la espalda... la quijada... pero qué más daba lo que ese hombre la hacía sufrir... que más daba lo que la lastimara o humillara... si ahora la besaba... si la hacía sentir que se podía ir a la luna sin necesidad de tomar un cohete.
Lucius exploraba cada parte de la boca de la joven con desesperación, como si en eso se le fuera la vida... la vida y la muerte... quería hacerla suya... pero...
De improviso la soltó y Ginny sintió una enorme decepción... Hizo más presión en su cabello y la dejó sentada en la fría alfombra de la empresa...
—Hasta el lunes —murmuró con enojo y Ginny pudo ver como trataba de caminar con su fino andar de siempre, tratando, sin duda alguna, de ignorar el dolor de su entrepierna—.
Ella se quedó, ahí... maldiciéndose mil veces por no haberlo rechazado... por ser tan masoquista y no tener el valor de largarse...
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SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)
FanfictionTodo cambia para Ginny Weasley cuando Harry Potter le dice que no la ama más. ¿Qué pasará cuando la menor de los Weasley huya de casa y se convierta en la secretaria de Lucius Malfoy? ¿Podrá el mortífago que alguna vez trató de matarla enamorarse de...