NUEVO EMPLEO

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—Hola señorita —la saludó amablemente la mujer, en cuanto vio que Ginny salía de su recién rentado departamento e iba a su encuentro. Le parecía una joven bastante linda, y de sobra agradable.

Sin duda alguna, la señora Celia había hecho bien en rentarle.

—Creo que saldré a comprar algunas cosas para comer.

—Hay muchos lugares cercanos para comer cosas rápidas, señorita —comentó la mujer, quien en ese momento tomaba sus cosas—. Tuvo suerte de encontrarme hoy aquí. Normalmente no hay nadie. Este lugar es muy tranquilo y a las personas que viven aquí les agrada mucho la privacidad. La señora Celia es mi patrona, yo trabajo en su casa, así que me trajo aquí para dar informes del departamento en renta. Ahora que usted está acá, yo me iré.

—Oh... yo pensé que estaba aquí todo el tiempo.

—No, muchacha. Tu casera es dueña de 7 departamentos de este edificio, pero el tuyo es el más amplio. Era el de su hijo.

—Eso me comentó...

—Anda, niña. Ve a comprar antes de que se haga más tarde. Yo seguiré acá otro ratito.

—Vuelvo en seguida. Nos vemos en unos minutos —se despidió con una dulce sonrisa.

Para su buena suerte cerca encontró un pequeño súper mágico en el que pudo realizar una buena cantidad de compras. Con todo no pudo sacarse de la cabeza que necesitaba un trabajo y no cualquiera, debía ser un buen trabajo para demostrarle a su familia que no había mentido y para pagar el hermoso departamento que ahora tenía.

Llegó hasta los departamentos con paso muy cansado por todo lo que pesaban las bolsas.

—Cuando dijo que iría a comprar no pensé que traería todo el super —comentó la anciana squib ayudándola a cargar las bolsas—. Déjeme ayudarle.

—Gracias —dijo Ginny recuperando el aire y de nuevo en ese mismo día subió tras la anciana hacia su nuevo departamento.

Dejó que la ayudara a acomodar todo en el refrigerador y las alacenas, pues en casa era su madre la que hacía todo eso. Luego la llevó hasta la puerta para irse a dormir.

—Descanse niña. Ya nos veremos en otro momento. Ahora debo irme, ya es tarde y en casa me esperan.

—Igualmente —deseó Ginny—. Disculpe... antes de que se vaya, me gustaría preguntarle algo. ¿Sabrá de algún un lugar para conseguir empleo?

—¿Empleo? Por aquí cerca no sé...

—Bueno— se desilusionó la pelirroja— no importa.

—¡Espere! —gritó la mujer antes de que Ginny cerrara la puerta—. Hace varios días escuché a un joven decir que estaba desesperado... buscaba a una empleada para una empresa muy importante... pero no recuerdo donde... sólo la calle.

—¡Démela!

—¡Con mucho gusto! ¿Tiene papel?

De inmediato Ginny buscó un pedazo de pergamino y la portera escribió el nombre de la calla donde se encontraba la empresa.

—Vaya y pregunte dónde necesitan una empleada, aunque no recuerdo de qué era el empleo.

—No importa, preguntaré. Buenas noches.

—Buenas noches, niña.

Ginny dio dos vueltas y respiró profundamente...

Amaba su nueva vida independiente. Mañana a primera hora buscaría esa famosa empresa, para ver qué podría hacer... por ahora iría a dormir.

SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora