—¿Qué quieres? —cuestionó una molesta Ginny cuando su comunicador sonó por milésima vez indicando que se trataba de su ex novio. Estaba cansada de todo. Las palabras de sus padres la habían afectado por completo, lo que menos necesitaba era que Harry Potter también quisiera hacerla mierda. ¿Acaso no le bastaba con la batalla que provocó en la madriguera?
Aunque no estaba tan consiente como hubiese querido, recordaba fragmentos borrosos del enfrentamiento, y por boca de Draco y Hermione sabía que había tratado de tenderle una trampa a Lucius sin importarle perder la vida en el proceso. Solamente deseaba que Lucius demostrara ante su familia que seguía siendo el mismo mortífago de siempre, deseaba verlo lanzar la maldición imperdonable al salvador del mundo mágico frente a los ojos de toda la familia Weasley.
De esa forma Lucius Malfoy quedaría acabado para siempre.
—Quiero ayudarte.
—Haz hecho suficiente, Harry. Púdrete en el infierno —murmuró con asco. Estuvo a punto de colgar la llamada, pero la voz elevada de Harry a través del auricular la detuvo.
—Reabriré la investigación a Lucius Malfoy. Como ministro, me encargaré de enviar a Lucius Malfoy directamente a Azkaban y allí se quedará por el resto de días que le quedan de vida... ¿entiendes? Nadie se preocupará por él. Es un hombre completamente desacreditado ante el mundo mágico. Es un seguidor de las artes oscuras, uno de los vasallos más fieles de Voldemort... el hazme reír del mundo mágico, el vividor... el jugador. La pareja infiel, el padre pésimo. Nadie va a extrañarlo... Los dementores estarán tan complacidos con su retorno.
—No puedes hacerlo —aseguró Ginny, tal como lo hizo Hermione frente a Ronald y Harry días atrás—. Tú mismo lo absolviste de todos los cargos.
—Como ministro puedo re abrir la investigación que me plazca, además, cuento con los testigos suficientes para enviarlo directo a Azkaban, ni siquiera debo ensuciarme las manos. Los Weasley y el resto del ejército de Dumbledore se encargarán de dar su versión de los hechos.
—Eres una maldito infeliz...
Harry rio suavemente a través del auricular.
—Si hubiese sabido que una vieja, maldita y sucia serpiente como esta me ocasionaría tantos problemas.. no habría tenido piedad alguna. Lucius Malfoy estaría en la cárcel junto a su bella familia y nuestra foto estaría adornando la primera plana de El Profeta anunciando nuestra próxima boda.
—Si la familia Malfoy estuviese justo ahora en Azkaban, probablemente tú seguirías acostándote con Luna mientras yo permanecería lo más lejos posible de ti tratando de mantener tu imagen de héroe frente a Ron.
—¿Tan poca fe le tienes a nuestra relación? Eso duele.
Esta vez fue Ginny quien rió. No creía que pudiese existir alguien tan cínico.
—¡Tú me dejaste, Harry! Me dejaste luego de engañarme con una de mis mejores amigas y ¿sabes qué? ¡Deberías luchar por Luna! Si yo fuera tú iría tras ella, porque siempre han sido tal para cual. Ambos han compartido experiencias similares. Pueden entenderse de formas que yo nunca podré entenderte...
—¿Y a Lucius Malfoy sí puedes entenderlo, acaso? ¡Por Merlín, Ginny! Es un asesino.
—Tú también eres un asesino Harry. No logro ver la diferencia.
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SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)
FanfictionTodo cambia para Ginny Weasley cuando Harry Potter le dice que no la ama más. ¿Qué pasará cuando la menor de los Weasley huya de casa y se convierta en la secretaria de Lucius Malfoy? ¿Podrá el mortífago que alguna vez trató de matarla enamorarse de...