SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)

MALDITO HARRY POTTER

Lucius le dio mil vueltas al asunto... Casi no había podido dormir. Amaba a Ginny con toda el alma, pero le costaba mucho aceptarlo. ¿Cómo decírselo?

Por primera vez sentía miedo... un miedo enorme a perderla...

Necesitaba verla, besarla, un fin de semana sin ella era todo un calvario... Iría a buscarla y la haría suya en ese mismo instante, susurrándole de una vez por todas lo que sentía.

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Los Weasley no habían dormido, tras la fiesta se habían quedado despiertos en la madriguera hablando de anécdotas pasadas, de chistes, de fotos familiares... Ahora estaba por amanecer.

—Mira, creo que mi madre dejó su bolso —dijo George entrando con una pequeña bolsa gris—. Afortunadamente un mesero lo vio y me lo entregó.

—Ese bolso no es de mamá —opinó Bill junto a Fleur que se iba despertando—.

—Creo que es de tu hermana —afirmó Viktor que también se había quedado a la velada—.

—Préstamelo —dijo Harry—. Veré si es de tu hermana.

Tomó el pequeño bolso entre sus manos y lo abrió... Lo que vio lo dejó sin habla... Un color escarlata similar al de las orejas de Ron cuando se molestaba le cubrió el rostro.

—¿Pasa algo? —Preguntó preocupado Krum—.

—No —mintió Harry con una voz grave—, yo... debo devolverle esto a tu hermana —dijo rápidamente a Bill—. Apúntame la dirección, por favor.

—Bueno —aceptó- pero... puedes esperarte un poco ¿no?

—Está amaneciendo, debo irme a casa, pero antes pasaré a dejarle esto.

—De acuerdo, espera aquí. Veré si mamá está despierta y se la pediré.

—Gracias.

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Ginny se levantó somnolienta, la boda de su hermano había sido todo un éxito... pero ¿qué diablos...? Alguien llamaba a la puerta con desesperación... parecía que iban a tumbarla...

Caminó tratando de despertarse y abrió.

—¿Puedes explicarme esto? —Bramó Harry apenas hubo entrado al departamento, llevaba el bolso de Ginny en la mano y agitaba un frasco frente a ella—.

—Es poción anticonceptiva.

—¡Ya sé lo que es! ¡Lo que quiero saber es con quién te estás revolcando!

—¡Tú no eres nadie para venir a insultarme! —Se defendió—. Desde hace mucho que saliste de mi vida y fue por tu propia voluntad, quedamos que cada quien era libre de hacer su vida.

—¡Tú me amas!

—No, Harry... ya no... Estoy enamorada de otra persona.

—No es verdad... ¿Y ese gran amor que me juraste tener por siempre en Hogwarts?

—¡Se murió! —Gritó—. Murió como el tuyo... ahora le pertenece a alguien más... A esa pequeña bruja que se enamoró de ti cuando te conoció, yo... no la recuerdo.

—¡Mentira! —Gritó arrojando el bolso y el frasco que se hizo añicos al estrellarse contra el suelo—.

—¡Por Merlín, Harry! ¡Largo! Ya no eres nadie en mi vida...