EN EL OJO DEL HURACÁN: PARTE I

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Quiero AGRADECER A @Zarilina (una muy linda lectora) por haberme obsequiado una bonita portada para este fic, que justo hoy estrené aunque fue un regalo de meses atrás.

Gracias por estar aquí, nos vemos en los comentarios finales.


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Dentro de la Madriguera todos se miraban unos a otros en absoluto silencio. La noticia de la semana pasada les había dejado más que perplejos. Realmente no entendían nada de lo que pasaba por la mente de la pelirroja. Los había puesto en una encrucijada, los Weasley se encontraban amarrados de manos.

Habían apoyado completamente la candidatura de Harry ¿y cómo no hacerlo? ¡Si Ron sería su Vicepresidente de planilla! ¡Claro que estarían con él hasta el final, justo como en la guerra! Pero, ahora las cosas eran distintas. Todo estaba tan mal. La prensa se había volcado sobre los Weasley, estaban literalmente en el ojo del huracán. El apellido Weasley era sinónimo de honor, valentía y, por supuesto, lealtad. Eran los héroes de la historia, siempre velando por el Niño que Vivió. Siempre de parte de Dumbledore, siempre en las filas de la Orden del Fénix. Así que si un Weasley decidía buscar un cargo público, claro que la gente confiaría en él e indudablemente lograría su cometido.

Sin embargo... ¿qué estaba ocurriendo? ¡Se trataba de dos Weasley! Dos miembros de la familia Weasley buscaban el mismo cargo y... ¿cómo saber cuál de los dos sería el mejor? ¡Si venían de la misma familia! ¡Si ambos eran cercanos al salvador del mundo mágico! Realmente los magos y brujas ingleses lo tenían muy difícil... muy difícil. Por ello la prensa se había empeñado en perseguir a Ronald y Ginevra antes del inicio de la campaña en busca, claro está, de respuestas. Todos querían tener la primicia sobre la historia de dos miembros de la familia Weasley, dos hermanos, enfrentados por una contienda electoral.

Ginny había manejado las cosas con mejor diplomacia que su hermano, quizá porque Narcissa llevaba semanas enteras practicando ser una Ginevra perfecta y, finalmente, era el plan de la pelirroja. Todo estaba fríamente calculado. Mas Harry y Ron no tenían previsto nada de eso, ellos simplemente pensaron que Harry Potter sería el nuevo Ministro de Magia y Hechicería sin contratiempo alguno, ¡nadie en su sano juicio se atrevería a objetar tal decisión! De hecho, el pueblo entero estaría feliz de tener al Niño que Vivió como su Ministro. Había, literalmente, nacido para el puesto.

Desde que el hijo de James Potter y Lily Evans derrotó al Señor Tenebroso, todos tuvieron la certeza de que tarde o temprano ese niño de 17 años se convertiría en su líder. También estaba el chico Weasley y la hija de muggles, ellos también pasarían por aquella silla, ¿cierto? ¡Todos lo sabían! Estaba en su destino.

Entonces... ¿qué estaba ocurriendo ahora? ¿Porque había dos Weasley enfrentados? ¿Por qué Blaise Zabini, también inteligente y admirado, deseaba convertirse en Ministro?

—¡Ah!

Ron respiró hondo ingresando por la puerta de entrada y recargó pesadamente su espalda contra la madera. Se notaba exhausto.

—¿Se han ido? —Preguntó una nerviosa Molly Weasley.

Ron asintió lentamente.

—No queda un solo reportero en al menos un kilómetro a la redonda, así que podremos comer tranquilos.

—Por ahora... —murmuró Harry. Se retiró las gafas y cerró los ojos acariciando el puente de su nariz en busca de calmarse.

En serio se encontraba estresado. ¡Estúpida Ginevra! ¡Estúpido Malfoy! ¡Estúpidos todos!

SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora