NECESIDAD

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Lucius caminaba junto a unos hombres pulcramente vestidos, charlaban y de vez en cuando reían. Era bueno reunirse con antiguos camaradas y contar eventos chuscos ocurridos cuando sus hijos eran bebés.

A lo lejos una mujer castaña lo miraba con lujuria, él le sonrió de lado... llevaba casi una semana en aquel lugar y no había pensado en la pelirroja que lo esperaba de vuelta. Hizo un gesto amable de despedida y caminó en dirección a la mujer.

—¿Todo bien?

—De maravilla —coqueteó pasando la lengua por sus labios pintados de carmín

—Lucius Malfoy

—Dallana Nette y dígame señor Malfoy... ¿viene acompañado?

—Para su fortuna no —le sonrió pícaramente

—Vaya... yo tampoco... creo que un poco de compañía no le haría daño a ninguno de los dos.

—Eso creo

—Bien, algo me dice que será una semana inolvidable...

—¿Para usted señorita Nette?

—Para ambos— alzó su copa para chocarla con la de aquel mago tan sexy y bebió seductoramente.


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Ginny buscaba en una pila de papeles al socio principal de la empresa ¿quién demonios era? Siguió, siguió... el nombre de Blaise Zabini apareció en una hoja junto al número telefónico.

—¿Hola?

—Disculpe ¿con el señor Zabini?

—El habla

—Bien... llamo de parte del señor Malfoy, acaba de salir de viaje, pero me dejó a cargo de la empresa y de sus asuntos personales, pidiéndome que hiciera una cita con usted.

—Mil gracias pero estoy hospedado en el mismo hotel que él... esperaré a que se desocupe y le hablaré —rió—. Usted conoce a Lucius, un mujeriego hecho al derecho y al revés.

Ginny rió débilmente... aquella frase le había llegado al corazón... ¿qué estaba haciendo aquel hombre?

—¿Señorita?

—¿Si?

—Debo entrar a la conferencia, haga el favor de llamarle al señor McLair él es uno de los socios principales junto a Parkinson y yo, dígale que lo vemos mañana aquí, que no tarde.

—Bien

—Gracias

—A usted —colgó, no quiso pensar en Lucius o rompería a llorar, una maldita semana sin verlo y él estaba¨ocupado¨.

—¿Alo? —contestó una voz masculina al otro lado del teléfono

—¿Puede comunicarme con el señor McLair?

—Soy yo...

—Lo lamento, llama la secretaria del señor Malfoy

—Malfoy siempre tiene asistentes guapas, si su voz es como su cuerpo no quiero esperar mucho para conocerla.

—El señor Zabini —continuó ignorando su comentario con nerviosismo— me dijo que lo verían mañana en la conferencia que por favor no tarde.

—Bien, gracias linda, por cierto...

Ginny colgó, tuvo miedo. Aquel hombre le dio mucho miedo... pero no supo por qué... quizá porque también era un ex mortífago padre de... mejor olvidarlo.

Recargó los brazos en el escritorio y rompió a llorar pensando en lo que Lucius hacía en ese momento...


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La rubia lo besaba con pasión mientras caminaban hacia la cama y él se dejaba quitar la ropa... la necesitaba, su erección ya le dolía, hasta que de pronto...

—¿Qué pasa? —preguntó curiosa la mujer desde la cama

—No puedo

—Pero ¿Por qué...

—Lo siento pero acabo de recordar que...

Salió como alma que lleva el diablo, apenas tomó su saco la pelirroja se hizo presente en sus pensamientos... Estaba tan lejos y él la necesitaba a ella... sólo a ella... a ninguna otra.

Qué tonto fue al creer que la había olvidado... estaba presente a cada instante en su inconsciente... en su piel... en todo...

SEÑOR AMANTE (Lucius Malfoy y Ginny Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora