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Quiero en mi boca la sonrisa que guardas solo para mí

Durante todo el día, la salud de María José en lugar de mejorar, empeoró. La inflamación de su cerebro provocada por el golpe no cedía y de seguir así, en cualquier momento se desencadenaría una muerte cerebral.

Por la noche, una persona inesperada, pero muy conocida llegó hasta donde Brenda permanecía expectante.

—Buenas noches— saludó.

Al reconocerlo, ella se levantó de su asiento para abrazarlo. ​

—¡Damián! ¿Qué estás haciendo aquí?

—Quería acompañarte en estos momentos. ¿Cómo está María José? ​

—Sigue en terapia intensiva. ​

Una chica un poco más joven que él, le hacía compañía.

—Sofi, te presento a Brenda. Ella es novia de mi compañera paramédico que esta madrugada tuvo el accidente. Bren, ella es Sofía Garde, mi esposa— las presentó.

—Damián, ¿te casaste?— dentro del gran asombro que le causó escuchar esa noticia, se atrevió a lanzar un reclamo— ¿y no nos invitaste?

—Hasta yo me sorprendí cuando me lo propuso— respondió Sofía. ​

—Creo que no me queda más que felicitarlos y no es porque él sea mi amigo, pero Damián es una gran persona— Brenda se dirigió únicamente a Sofía— es el mejor hombre del que pudiste enamorarte. ​

—Lo sé, lo noté en cuanto lo conocí. ¿Ustedes anduvieron?— la chica quiso investigar.​

—¿Damián y yo? No, para nada— se apresuró a responderle— yo estuve casada con el de barba que está aquí a mi lado— le mostró— nos divorciamos hace unos meses, pero conviví con Damián un tiempo y fue por eso mi comentario. ​

—¿Y ahora tú exesposo te acompaña, mientras esperas a que tu novia se recupere?— le pareció demasiada ironía en un solo escenario.

—Y hoy conocí a su nueva novia, que en realidad no es tan nueva, porque él terminó con ella cuando me conoció y empezó nuestro noviazgo, pero ahora están juntos otra vez.

—¡Qué extraña situación!— exclamó— creo que no podría convivir con alguna expareja de Damián.​

—Pensaba igual que tú, pero en la mañana, desayunamos todos juntos. ​

—En definitiva, eso sería algo complicado para mí, pero bueno, voy a la cafetería, ¿quieren algo?

—Bren, ¿quieres un café?— Damián le cuestionó.

—Si, por favor. ​

—Me puedes traer dos cafés americanos— le pidió Damián a Sofía. ​

—Ahora vuelvo— la chica le dio un beso a su esposo y se retiró. ​

Brenda alcanzó a ver que Sofía tenía el vientre abultado. ​

—¿Está embarazada?​— le preguntó a él.

—Sí, tiene cinco meses. ​

—¡Felicidades, otra vez!— se volvió a emocionar y lo volvió a abrazar— llegaste lleno de sorpresas. Ahora si vas rápido. ​

—La juventud se me fue pasando y me rendí ante la sensatez. Fue cuando aprendí que, si te tardas demasiado, terminas por perder todo. ​

—Entendí la indirecta. ​

—Un tema olvidado para mí.

—Y por lo que me di cuenta, Sofía no sabe que tuviste una relación con María José, ¿verdad?

Cometas por el cielo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora