37 Verano

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He roto mi manual sobre cómo olvidar y todo me recuerda a ti

María José volvió a su departamento y empacó ropa, pero solo la suficiente para los días que estaría en Querétaro. Pensó en llamar a Brenda y contarle que si estaría con ella, pero decidió guardarse la sorpresa. Al día siguiente salió muy temprano, con demasiado entusiasmo disfrazado de ansiedad y al arribar a su destino, la buscó.

MJM: Maud Pie, te invito a comer😋.

Brenda: Realmente quisiera tenerte aquí un segundo😪.

MJM: Entonces, ¿aceptas?

Brenda: Por supuesto. ¿A qué hora pasas por mí?🙄

MJM: ¿A qué hora te desocupas?

Brenda: En este momento.

MJM: Baja, estoy en recepción.

Brenda: ¿Por qué juegas con mis ganas de verte?😭

MJM: Te espero😉.

Brenda dejó de escribir, tomó su bolsa, bajó por las escaleras y llegó hasta la recepción. María José se encontraba ahí; había llegado con una maleta llena de vivir sin ella. En sus labios apareció la mejor de sus sonrisas mientras sus manos sujetaban un tulipán amarillo.

—¿Qué haces aquí?— la abrazó con suma alegría.

—Mi hermana mayor me invitó a su boda— le entregó su flor favorita.

—Gracias— la recibió— ¿Damián vino contigo?

—No. ¿Nos vamos? ¿A dónde quieres ir a comer?

—Se me ocurren un montón de lugares y uno de ellos es mi departamento, pero debo volver en hora y media, así que mi montón de lugares me los guardo para la cena.

Antes de salir de las instalaciones de la radio, Brenda le pidió a la recepcionista que le rociara un poco de agua a su tulipán. Las chicas se dirigieron al restaurante más cercano y de inmediato les asignaron una mesa.

—Justo ayer me dijiste que no venias— Brenda comenzó a hablar.

—Conseguí que alguien me cubriera.

—Me alegra que estés aquí, conmigo— acarició su mejilla y luego le sujetó la mano.

—No tengo a donde ir.

—¿Cuántos días andarás por acá?

—Aún no lo sé. El miércoles debo estar en Sinaloa, pero antes quiero visitar a mi mamá.

—Te quedarás conmigo estos días, ¿verdad? En mi departamento— ofreció.

—¿Y Javier?

—No nos veremos hasta el día de la boda. Una extraña sugerencia de su madre, pero hoy agradezco sus tontas ideologías— sonrió emocionada.

—De acuerdo— respondió sin mucho ánimo.

—Cookie ¿qué tienes? ¿Estás triste?

—Un poco, pero te cuento en la noche. No quiero arruinar tu tarde con mis problemas.

—¿Tú estás bien?

—Si.

—¿Y qué tienes pensado usar para la boda? ¿Traes algo en tu equipaje? ¿O quieres que te ayude a conseguir un atuendo lindo?

—Te agradecería la ayuda.

—Mañana tengo cita con la modista, podemos aprovechar y pedirle algo para ti. ¿Te parece?

Cometas por el cielo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora