85 Rosas

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Tenemos el récord del mundo en querernos

Para el lunes siguiente y después de hablar con su jefe, Brenda compartió en sus redes sociales un enlace sobre la noticia del accidente y con el, explicó los motivos por los cuales estaría ausente de TIC TAC.

Sus seguidores, únicamente tenían palabras de apoyo y se lo hicieron saber llenando su publicación con mensajes positivos, pero de todos, destacó uno en particular, el cual se llevó la mayoría de las reacciones. Este lo emitió una persona que se identificó como Ariatna Salazar, directora de mercadotecnia en la cadena radiofónica EXA FM y el mensaje decía lo siguiente: ​

Brenda, no te regreses a Querétaro, quédate con María José en la ciudad de México. El equipo de EXA vive en una búsqueda constante de talentos como tú. Cuando todo esto pase y ustedes dos estén mejor, permítenos concretar una cita contigo. Te dejaré mi número directo en tu inbox. Saludos AS.

La chica agradeció el mensaje y se comprometió a hacer la llamada cuando estuviera más tranquila. Los días pasaron y aunque María José seguía en un coma inducido, ya no se encontraba en terapia intensiva, ahora se recuperaba en una habitación normal. Toda la semana había sido muy agotadora para toda la familia, pero en especial para Brenda, porque fue la que mayor tiempo acumuló entre las paredes hospitalarias.

Una tarde, José Eduardo, uno de los gemelos, llegó al hospital para reemplazar a Brenda. Él chico que usaba braquets, entró despacio a la habitación; ambas chicas dormían. Su hermana estaba sobre la cama y Brenda permanecía sentada en el sillón, pero sus brazos y cabeza descansaban en la orilla de la cama y con sus manos sujetaban el brazo de María José. Antes de despertarla, capturó con su celular la imagen de ellas y no dudó en subirla a su red social, etiquetando a ambas con la frase: ​

A diez centímetros de ti, a diez años luz de mañana...

Luego se acercó a ella.

—Bren— tocó su hombro y de inmediato despertó.

—Hola...— dudó— sonríe.

El chico mostró los metales pegados a sus dientes. ​

—Hola Edu.

—Oye y cuando ya no use braquets, ¿cómo le harás para reconocernos? ​

—Tendré que buscarles otra característica física porque no quiero decirles grillo todo el tiempo.

—Yo tengo este lunar— el chico se auto señaló la mejilla derecha— y Toño lo tiene debajo de su ojo izquierdo.

—Gracias por mencionarlo, ahora les buscaré el lunar. ​

—Mi papá me pidió que viniera para que vayas a la casa a descansar. El chofer te está esperando en el estacionamiento. ​

—Solo quiero tomar un baño. Regreso como en dos horas.

—Me quedaré hasta la noche, mi hermana estará bien. ​

—Vuelvo antes de las nueve porque quiero dormir aquí. Por cierto, ¿sabrás si alguien ya fue a visitar a Van Gogh?

—Toño, hoy le tocó a él.

—Les agradezco— se acercó a la mejilla de María José y dejó un beso sobre ella— te amo— le dijo al oído.

Brenda tomó su bolsa y caminó hacía la salida.

—Antes de que lo olvide— se detuvo en la puerta de la habitación— reproduce música, habla con ella o lee algo en voz alta, porque desde hace dos días le están reduciendo los sedantes y comienza a responder a los estímulos. ​

Cometas por el cielo [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora